Controladores una nueva carrera comienza el martes
Desde hace unas semanas, algunos trabajadores de la aviación civil que responden a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), comenzaron a interferir en el normal funcionamiento de los servicios de tránsito aéreo. Este gremio, que no cuenta con una cantidad significativa de controladores de tránsito aéreo, se opone a que la Empresa Nacional de Navegación Aérea S.E. (EANA), que ha sido creada por ley, comience a funcionar.
La mayoría de los controladores de tránsito aéreo están agremiados en la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), un sindicato que ha firmado recientemente, un nuevo Convenio Colectivo de Trabajo con los responsables de la flamante empresa, por lo que la EANA se nutrirá de la mayoría del personal que trabajan en la protección de la navegación aérea de nuestro país.
Cabe recordar que EANA propone a los trabajadores una situación laboral que es un cambio copernicano que no sólo significará mejores salarios y condiciones de trabajo, sino todo un nuevo enfoque y desarrollo de las carreras profesionales asociadas a la seguridad de los vuelos.
El próximo martes será un día histórico ya que vencerá el plazo para que aquellos trabajadores que no quieran pertenecer a la nueva empresa renuncien. El procedimiento es enviar a la Administración Nacional de Aviación Civil un telegrama que notifique su decisión. Todos los que NO lo hagan, tendrán la gran oportunidad de participar en la nueva experiencia que propone EANA.
Es ante esta situación que ATE ha reaccionado y planta una irreductible posición que en realidad busca impactar en la opinión pública al entorpecer —especialmente en víspera de un feriado largo— el normal funcionamiento de la aviación. Este es el núcleo del problema.
Es oportuno subrayar, que todo quite de colaboración u obstrucción a la actividad aeronáutica pone en riesgo la seguridad operacional de las aeronaves, y que ATE ha decidido por pura intencionalidad político-ideológica, interferir con el normal desarrollo de los vuelos en un intento de bloquear el comienzo de la posibilidad que se abre para los profesionales de los servicios de navegación aérea y para la propia seguridad del vuelo.
Es importante que los trabajadores que sirven a la seguridad aeronáutica con cotidiana vocación, tomen consciencia de que quienes ponen en riesgo los vuelos también intentan perjudicar su futuro; por eso es necesario que ellos mismos se involucren en defender el inicio de una nueva era que podría dignificar una profesión que hasta hace muy poco fue destratada por las autoridades, al punto de haberse puesto por decreto bajo la intimidación amenazante de la jurisdicción militar.
Desde el próximo martes se abre un nuevo capítulo en la historia de los servicios de navegación aérea de la Argentina. Esa es la verdadera noticia que debería generar expectativa en todo el país.
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