La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha formado un grupo de trabajo para determinar el riesgo que representan los drones para la aviación. El grupo estará integrado por fabricantes de aeronaves que estudiarán las vulnerabilidades de los aviones ante posibles colisiones con estos dispositivos voladores no tripulados, y analizará la documentación existente sobre incidentes o accidentes en los que hayan estado involucrados drones y aeronaves convencionales.
EASA estima que un informe preliminar estará listo para julio. Luego de la presentación y discusión sobre las conclusiones, la entidad podría implementar nuevas regulaciones sobre el uso de drones con el fin de reducir los riesgos de colisiones. Seguramente, se establecerá que estos aparatos operen en línea visual, a no más de 150 metros de altura sobre el terreno, tengan algún equipamiento para su identificación con funciones de geolimitación y se registren bajo el nombre de un responsable. Se descarta que estará restringida la operación de estos dispositivos en proximidad de aeródromos sin que se cuente con una autorización especial.
Recientemente hubo una serie de incidentes con drones en el espacio aéreo europeo, por ejemplo cuando uno de estos vehículos que volaba a 2.000 metros, se acercó peligrosamente a un avión de Air Lingus que estaba aproximando al aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, de París. También la Airprox Board del Reino Unido, informó que entre abril y octubre del año pasado, se registraron 23 cuasi colisiones entre drones y aeronaves.
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