Un confuso cruce de notams agregó incertidumbre a los atribulados usuarios del Aeropuerto Internacional San Fernando, en pleno operativo de traslado de las aeronaves al Aeródromo Presidente Rivadavia (Morón).
En principio, dos notams informaban sobre el cierre de Morón lo cual se superponía con el inicio de las obras en San Fernando y podía llegar a dejar aeronaves varadas tanto en Morón (por unos días u horas) como en San Fernando (hasta el fin de las obras).
Hoy nos aseguran que la situación se zanjó y que Morón estará abierto a partir del mediodía.
La razón del cierre de Morón era el pintado de la pista y la preparación para su balizamiento. La demarcación de la pista estaba comprometida a un equipo de la Fuerza Aérea Argentina con base en El Palomar. En principio, la demora en el pintado se debió a la descoordinación y luego a factores meteorológicos que impidieron trabajar ayer.
Como lo dijimos tantas veces: Morón debió estar listo hace semanas ante el inminente cierre de San Fernando. Como vemos, no fue así y la improvisación tiene a la comunidad aeronáutica en vilo.
Toda la premura en este asunto tiene una cifra: CIEN MILLONES DE PESOS. Ese es el monto que se “invertirá” en las obras de San Fernando. El apuro respondería a la inestabilidad económica general del país. La partida del erario –es decir el dinero público– no podía quedar mucho tiempo sin ejecutarse porque corría el riesgo de ser destinada a cubrir otras urgencias financieras del Gobierno. Concretamente, las expectativas sobre esos fondos son las habrían puesto nerviosos a algunos y marcado el ritmo de los acontecimientos.
Hasta el día de hoy no hemos podido tener respuesta a una nota que presentamos ante el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) en la que preguntábamos sobre la licitación de las obras, su costo exacto, nombre de la empresa adjudicataria y otros interrogantes que ayudarían a comprender más detalladamente las urgencias que afectaron a la aviación general que opera en San Fernando.