
Basado en el Ilyushin-IL96, China y Rusia proyectan construir un avión de largo alcance orientado al mercado que hoy sirven Airbus y Boeing. Para ello, la corporación rusa OAK y la china Comac, formarían una empresa que sería financiada con un aporte chino de entre 7.000 y 10.000 millones de dólares en siete años. Rusia, por su parte, aportaría el know how y las patentes con que cuenta.
El avión de largo alcance Iliushin-96 realizó su primer vuelo en 1988 pero, desde entonces, Rusia fabricó menos de 30 máquinas, por escasa demanda.
China es uno de los principales clientes de la industria aeronáutica rusa.