El pasado 8 de octubre, la ANAC publicó, accediendo a una presentación de la SAA (Sociedad Argentina de Aviación), la Resolución 777/2014 que prorroga hasta el 2017, la obligatoriedad de contar con un sistema anticolisión de a bordo tipo ACASII/TCAS II (versión 7.0 o superior), para operar un avión potenciado a turbina cuyo peso máximo de despegue fuera superior a 5.700 kg. o tuviera una configuración máxima aprobada de más de diecinueve (19) asientos de pasajeros (excluido cualquier asiento de piloto).
De esta forma, la ANAC se aproxima al buen criterio al reconocer que las Federal Aviation Regulations no contienen tal exigencia, que el costo del equipamiento y la falta de talleres aeronáuticos en el país con capacidad para la instalación de los equipos que se exigían –todos argumentos que esgrimió la SAA– son suficientes pero se detiene a mitad de camino para sólo prorrogar el plazo de la exigencia hasta el año 2017.
La ANAC fundamenta que la prórroga procede por sobre la derogación dado “que la exigencia de contar con el equipamiento en cuestión a partir del 1° de diciembre de 2014, fue incorporada en las RAAC publicadas en el Boletín Oficial Nº 31.543 de fecha 1° de diciembre de 2008” considerando “que los explotadores han contado con un plazo de SEIS (6) años para adecuarse a la reglamentación.” Este precario fundamento sumado a los argumentos de la prórroga, no sólo deja al descubierto la falta de información de quienes elaboraron la normativa, la Dirección Nacional de Seguridad operacional (como así también de la Asuntos Jurídicos de la Dirección General Legal, Técnica y Administrativa) sino la correcta ponderación de la situación de la aviación general en nuestro país.
De este modo, la buena noticia que ciertamente trae alivio en medio de la alicaída situación de la aviación civil (merma en la actividad producto de la situación económica, diversas trabas como las restricciones a la importación de repuestos, etc.), resulta insuficiente al no abrir una instancia de real cautela que contemple cómo se van elaborando las políticas en las naciones que están a la vanguardia de la aviación y su adaptación en naciones con una aviación de la magnitud que tiene la nuestra.
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