En la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) hay un nuevo Administrador: El doctor Juan Pablo Irigoin. Asumió sus responsabilidades en el día de ayer, viernes 11, y recorrió el edificio de Paseo Colón al 1400, saludando al personal.
Hasta donde nos fue posible indagar, Irigoin no tiene antecedentes en la aviación, pero sí una trayectoria profesional interesante en el mundo empresario, especialmente en el área de recursos humanos. Su paso por las compañías Alpargatas, Pérez Companc, Boheringer Inghelheim, sumados a su preparación académica como abogado y su posgrado MBA de la IAE Business School, son referencias de valor para un organismo técnico que necesita una urgente reorganización que ubique a los mejores profesionales en cada lugar de decisión.
En los medios ya se ha difundido que la Administración Macri proyecta una ampliación de la ANAC que incluya dentro de su órbita las funciones de la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, que desaparecería. También se discute sobre qué convendría hacer con el Organismo Regulador del Sistema de Aeropuertos (ORSNA), que en un principio se pensó eliminar, pero que ahora se piensa insertar dentro del organigrama de la ANAC.
Lo que suceda con el ORSNA, organismo que se fue convirtiendo en una de los mayores empleadores de la agrupación política denominada “La Cámpora” (con honrosísimas excepciones de algún personal sumamente profesional y de trayectoria), será muy revelador de lo que la gestión de Mauricio Macri hará con el monopolio artificial Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000), ya que resulta impostergable una detallada ponderación de los resultados de la concesión de los principales aeropuertos del país y muy especialmente, del cumplimiento de los compromisos asumidos y renegociados una y otra vez por esa empresa con diversos gobiernos. En esa línea, la incorporación de Marcelo Orfila –que fuera integrante del staff de AA2000– a Transporte, en este caso al frente de la Operadora Ferroviaria (ex Sofse), llama a suspicacias respecto del alcance de los largos tentáculos del empresario Eduardo Eurnekian, que en esta oportunidad podrían alcanzar las oficinas recientemente ocupadas por la nueva gestión de gobierno.
Otra de las directivas que habría dado el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich, es la de suspender la creación de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), lo cual resulta más que razonable —como lo recomendamos desde hace varias semanas en Aeromarket— dado que la política en la materia debería repensarse a la luz de la experiencia internacional y evitando, con especial cuidado, la creación de un nuevo agujero negro de recursos y personal sin que se logre una sustancial mejora del servicio. En este sentido, el inmenso desafío tecnológico de los próximos años demandará un sistema que garantice su auto sustentabilidad en el marco de la innovación permanente, algo que conviene discutir con todos los sectores de la aviación civil y en vez de resolverse, como se ha hecho, entre políticos y algunos pocos gremialistas del sector.
Sobre el final de la jornada se mencionaba que secundarán a Irigoin funcionarios de carrera que pertenecen a la ANAC. Esto sería positivo si son elegidos los mejores. No cabe dudas que un profesional de trayectoria en el área de recursos humanos tendrá el conocimiento suficiente para detectar talentos y méritos para ubicar a cada uno de los agentes que se desempeñan en la ANAC en el lugar en que puedan servir mejor.
Es obvio que, como sucede con toda la Administración Nacional, lo que hay que corregir es muchísimo y que será necesario tener paciencia para ver cambios significativos, pero será a partir de la conformación del equipo de trabajo que se verá cuál será la orientación que Irigoin dará a su gestión.
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