La Federal Aviation Administration (FAA) informó que el secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, y el administrador de la agencia para la aviación civil, Bryan, anunciaron que los controladores y técnicos del sistema de navegación aérea que se mantuvieron en sus puestos durante el cierre de la administración del pasado mes, recibirá un premio de US$ 10.000 “por haber mantenido seguros los cielos estadounidenses”.
La recompensa por continuar con las tareas alcanzará a unos 776 empleados de tránsito aéreo que cumplieron con sus tareas durante el cierre gubernamental que se prolongó por 44 días a partir de la falta de aprobación del Presupuesto que se debatía en el Congreso.
Según la información oficial, “el reconocimiento sigue la directiva del Presidente Donald Trump de honrar al personal de tránsito aéreo que vino a trabajar día tras día para mantener el Sistema Nacional del Espacio Aéreo (NAS) en funcionamiento a pesar de que los demócratas votaron repetidamente en contra de su pago”.
El premio se entregará a los empleados que mantuvieron una asistencia perfecta durante el cierre. Los beneficiarios recibieron una notificación automática durante la semana del 24 de noviembre y recibirán su recompensa a más tardar el 9 de diciembre.
En principio, la decisión del Presidente Trump es una estrategia de estímulo hacia el futuro, pero con su característico estilo partidista. Además, en lo propagandístico, mantiene una línea que viene de la administración Biden-Harris, en la que los actos de gobierno se publicitan con marcado sesgo partidario.
Las políticas de incentivos positivos siempre son muy productivas; lo rescatable de esta decisión del Presidente de Estados Unidos y su equipo es que el premio siempre genera mejores resultados que el castigo.
Es USA. Es impensable en Argentina. Un CTA de mitad de carrera es superado en salario por un empleado de comercio inicial considerando sueldo y comisiones. Hay un documental de los 90 donde controladores de AER, DOT y EZE cuentan las penurias económicas de la profesión. Lo único constante fueron los salarios bajos y el amor por la profesión. Besos al cielo a Moroni y otros maestros.