Conversaciones de Alto Vuelo

Guillermo Giordana, presidente de ArAvia

Comienzos de Aravia

“… lo paradójico (somos) una empresa mayormente importadora con una pata industrial (pero) el origen, la semilla, fue la sustitución de importaciones, porque mi padre (Luis Giordana) lo primero que se le ocurrió fue fabricar una pieza que era muy costosa que consideraba era innecesario traerla de afuera, una pieza de Piper (que) decidió hacerla acá, así arranca (Aravia) a partir de eso, empiezan a preguntarle ‘che, ya que tenés ese burlete (por qué no) y así arranca importando todo tipo de partes. Se dio cuenta que había necesidad…”.

 

Cursos de capacitación

“… Lycomming delegó en la Universidad de Pensilvania la parte técnica, ellos trabajan en conjunto (…) y ya hicimos tres ediciones del ‘Piston Engines School’, que son 4 días en que viene un técnico, que es un genio porque conoce los motores por haber trabajado en la fábrica (…) después pasar a la universidad, y les muestra (a quienes toman el curso) cómo son los motores de punta a punta, habla de la historia (…) se sale conociendo los motores (…) es tanta la información que hay detrás de los motores recíprocos que ameritan que se hagan estos cursos (…) siempre invitamos gente de ANAC , no se les cobra, por supuesto, porque no es un curso barato, pero nos gusta que vaya gente de ANAC para que se capaciten (…)”

 

La certificación en la Argentina

“(Perder) la capacidad de certificación de diseño sería muy preocupante, en toda América hay sólo cuatro países que son certificadores: Canadá, Estados Unidos, Brasil y Argentina (…) La Argentina puede exportar certificación (tener esto es) un producto en sí mismo (…) puede venir un americano a certificar acá porque es más barato (…) sería una pena que se pierda eso (…)”

Colaborando con Laviasa
“Laviasa exportó más de 80 aviones (…) que tiene certificación tipo (…)”.

 

Las dificultades para trabajar

“El bombardeo del Estado es tan grande, sobre todo en este negocio en particular (…) vender repuestos de aviación te agarrás la parte más difícil del comercio, porque tenés que trabajar con la Aduana, tenés que ver por las normas aeronáuticas, tenés que lidiar con cuestiones que hacen al origen de los productos, los fabricantes y todas sus cuestiones, el volumen es bajo, vos no vendés miles de cada cosa, como en otros rubros, entonces si a todo eso le agregás el ruido que te hace el Estado alrededor (…) vos decís que se callen un poco y me dejen trabajar tranquilo (…)”.

 

Y mucho más.

 

 

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