Finalmente el Gobierno brasileño aprobó el acuerdo que une a Embraer con Boeing.
La palabra final la dio el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) que evaluaba la posibilidad de que la adquisición afectara la competencia.
Los acuerdos comprenden dos transacciones, la compra del 80% del negocio de fabricación de grandes aviones comerciales del segmento regional, una operación de 4.750 millones de dólares que se remonta a julio de 2018, y un joint venture para producir el avión de transporte militar KC-390, un negocio del que Boeing y Embraer tendrán el 49 y 51% respectivamente.
De esta forma, Boeing mejora su menú de opciones para las aerolíneas reforzando su posición frente a Airbus luego de que el fabricante Europeo comprara el proyecto canadiense CSeries, y sumaría una aeronave de transporte militar que podría ser del interés del Pentágono.
Embraer seguirá con su negocio de aeronaves ejecutivas y otros modelos militares, a la vez que suma tecnología norteamericana a sus proyectos además de insertarse mejor en el muy competitivo mercado aerocomercial.
El acuerdo fue resistido por los partidos de la oposición y sectores nacionalistas de Brasil.
Embraer es una empresa brasileña que fue privatizada en el gobierno de Fernando E. Cardoso, pero conserva una acción de veto, denominada “de oro”, que podría haber evitado esta operación.