Joby Aviation, una startup de aviación de próxima generación, anunció hoy que voló un demostrador de taxi aéreo eléctrico a partir de hidrógeno, el primero de su tipo, recorriendo 842 km (523 millas). El eVTOL (aeronave eléctrica de despegue y aterrizaje vertical), se basa en el exitoso programa de desarrollo de vehículos aéreos eléctricos a batería de Joby, que demuestra el potencial del hidrógeno para realizar viajes regionales sin emisiones y con una operación que no requiere pistas de aterrizaje.
JoeBen Bevirt, fundador y director ejecutivo de Joby, dijo: “Imagínese poder volar de San Francisco a San Diego, de Boston a Baltimore o de Nashville a Nueva Orleans sin necesidad de ir a un aeropuerto y sin generar emisiones, salvo agua. Ese mundo está más cerca que nunca, y el progreso que hemos logrado para certificar la versión eléctrica de batería de nuestro avión nos da una gran ventaja de cara a hacer realidad los vuelos eléctricos con hidrógeno.”
Bevirt agregó: “La gran mayoría del trabajo de diseño, pruebas y certificación que hemos completado en nuestro avión eléctrico de batería se traslada a la comercialización de vuelos eléctricos con hidrógeno. En servicio, también esperamos poder utilizar las mismas plataformas de aterrizaje, el mismo equipo de operaciones y el software ElevateOS, de Joby, que respaldará la operación comercial de nuestro avión eléctrico de batería”.
El vuelo de prueba histórico, que se cree que es el primer vuelo en su tipo de un avión de despegue y aterrizaje vertical propulsado por hidrógeno líquido, se completó en junio pasado utilizando un prototipo de avión eléctrico de batería de preproducción de Joby, reconvertido y equipado con un tanque de combustible de hidrógeno líquido y un sistema de celda de combustible, que aterrizó con el 10 % de su carga de combustible de hidrógeno remanente en el depósito.
El demostrador eléctrico de hidrógeno de Joby forma parte del programa de tecnología del futuro de la empresa y es el resultado de varios años de colaboración entre un pequeño equipo de Joby y H2FLY, la filial de propiedad absoluta de Joby, con sede en Stuttgart (Alemania). El eVTOL reconvertido de Joby, ya había completado más de 40.000 kilómetros de pruebas de vuelo eléctrico a batería en la base de Joby en Marina (California).
El demostrador de Joby, que utiliza el mismo fuselaje y la misma arquitectura general que la aeronave eléctrica de batería principal de Joby, cuenta con un tanque de combustible de hidrógeno líquido, diseñado y construido en la empresa, que almacena hasta 40 kilogramos de hidrógeno líquido, junto con una masa reducida de baterías. El hidrógeno se introduce en un sistema de pila de combustible, diseñado y construido por H2FLY, para producir electricidad, agua y calor. La electricidad producida por la pila de combustible de hidrógeno alimenta los seis motores eléctricos de la aeronave, mientras las baterías proporcionan energía adicional principalmente durante el despegue y el aterrizaje.
El equipo H2FLY de Joby utilizó una tecnología similar para completar otro vuelo récord en septiembre de 2023, cuando realizó el primer vuelo tripulado del mundo de una aeronave eléctrica de hidrógeno líquido convencional, utilizando su tecnología de celdas de combustible.
La tecnología H2FLY está avanzando en el desarrollo del potencial del hidrógeno para el futuro de la aviación. Se estima que para finales de esta década, el sistema de pilas de combustible comercial estará certificado y operativo en aplicaciones aeronáuticas en todo el mundo.
Joby planea iniciar operaciones comerciales en 2025, utilizando su taxi aéreo eléctrico a batería. La empresa cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York y ha recaudado más de US$ 2 mil millones de financiación hasta la fecha, incluidas inversiones de Toyota, Delta Air Lines, SK Telecom, Uber y Baillie Gifford.
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