«Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros pero como yo no era obrero, tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mi, pero es demasiado tarde».
El texto es de Bertolt Brecht y suele repetirse en tiempos aciagos; son frases que encastran perfectamente cuando la prepotencia se impone a la razón y las conciencias parecen adormecidas u obnubiladas como sucede en tantos rincones de la Argentina. ARMKT conversó con el comandante Sebastián Favre sobre las circunstancias de su despido “sin causa” de Aerolíneas Argentinas.
Es la primera vez que Favre accede a un reportaje para abordar aquella penosa vivencia que dice mucho sobre el manejo de la “línea aérea de bandera”.
— Todo el ambiente sabe –lo reconozca abiertamente, lo murmure o no se anime a compartirlo– que tu desvinculación de Aerolíneas Argentinas fue tan sorpresiva como injusta ¿podrías darnos tu versión?
— El día 25 de enero la jefatura de flota me notificó que tenía una citación en la gerencia de Recursos Humanos para el miércoles 26 de enero a las 15:30 horas. También citaron al comandante Eduardo Claro. Cuando fui a la reunión, hablo por mi experiencia aunque lo mismo le sucedió al comandante Claro, el director de recursos humanos señor Alejandro Morón me notificó que la compañía decidió prescindir de mis servicios a partir de ese momento. Al comandante Claro le notificaron lo mismo. Así fue que quedé sorpresivamente desvinculado del plantel de pilotos de Aerolíneas Argentinas.
Obviamente le pregunté al señor Morón la razón del despido a lo que contestó “sin causa”, que cumplía una orden del Comité Ejecutivo, del director de la compañía.
Pregunté si el despido se debió a un achicamiento del escalafón y me respondió que no, y que tampoco se debe a una inconducta ni a un problema técnico profesional.
— Un despido sin causa no es habitual en Aerolíneas, ni siquiera lo es en otras empresas del Estado.
— La única respuesta que se me dio es que la decisión venía “de muy arriba, del directorio” y que él solo cumplía con el tramite administrativo del despido.
— Y eran sólo dos los pilotos en esa situación, la pregunta es porque se habló de más despidos.
— Nos dijo que había una lista de 25 pilotos que serían despedidos de la misma manera, pero hasta ahora sólo fuimos dos. Tal vez estén esperando para luego de las elecciones de APLA, si ganan, no sé. Te imaginás que en esa circunstancia la cabeza te vuela y repasás tus últimos años, tu respeto a la profesión, tu compromiso con la empresa en cada una de la vicisitudes que transitaste en ella, buscás fallas técnicas en el desempeño, y no encontrás nada que justifique ese trato, ese cierre de relación.
— ¿Acudiste a APLA?
— Luego de la reunión con Morón notificamos la situación a la comisión directiva de APLA, especialmente a gremiales, y hasta el día de hoy ningún miembro de la comisión, ningún delegado del sector se ha puesto en comunicación conmigo ni, hasta donde yo sé, con Eduardo (Claro). No me consta que hayan realizado gestiones a favor mía que soy un afiliado. Parece que a ninguno de los directivos o responsables del área les preocupó que perdiera el trabajo. Es más, ni si quiera han comunicado oficialmente al grupo de pilotos el despido ni se han expuesto cuáles serán las medidas de acción que tomará el sindicato en defensa de nuestra fuente laboral y nuestros derechos estatutarios como socios activos de APLA.
— ¿Ni por las apariencias se preocuparon?
— A las pocas horas de nuestro despido, en los grupos de Telegram de los delegados y dirigentes de APLA discutían si el hotel de Miami debía ser de 4 o 5 estrellas, si la pasta abordo era tirabuzón o fideo moñito, o cosas por el estilo, que son frecuentes, pero en semejante situación podrían haber comentado que dos pilotos de la compañía con más de 20 años de trayectoria y unos de ellos socio de APLA durante todo ese tiempo había sido despedido sin causa. Nada de nada. Más que aparentar lo que parece que querían dejar en claro era que estaban al tanto o eran los instigadores de lo sucedido.
Quieren amenazar a los demás, decirles con esta acción que si no acatan sus órdenes sufrirán las consecuencias …
— Todos recordamos tu nombre y apellido porque fuiste muy valiente al anteponer a una posible represalia tu profesionalidad y la imagen de la empresa cuando obligaban a leer aquel famoso comunicado político.
– Es evidente que fui despedido de Aerolíneas por pedido de dirigentes de APLA y que aquello fue un motivo. Dos más dos son cuatro, es muy difícil no ver las manos de Pablo Biró, Mateo Ferrería y sus pares ex UALA, los colegas Cesar López y Genaro Trucco en todo esto. Hace 4 años que la cúpula de APLA venía pergeñando mi despido, o los venía solicitando al parecer sin éxito, vaya uno a saber. No soy político o gremialista, me cuesta entender cómo funcionan ciertas mentes, yo soy un piloto profesional que se preparó toda su vida para volar y que está entrenado para realizar un trabajo en el que es fundamental estar focalizado. En definitiva eso fue lo que me llevó a no leer aquel famoso comunicado. Te llega algo así para que le digas a los pasajeros tal y tal cosa contra el gobierno, pero yo soy el comandante y responsable final de la operación, no soy un puntero, un militante o un tipo con ambición de escalar en algo que no sea el lógico crecimiento profesional.
Sí, el objetivo final de lo todo lo que nos está pasando es hacer tronar el escarmiento, mostrar que si tenés un pensamiento diferente terminarás mal. Quieren amenazar a los demás, decirles con esta acción que si no acatan sus órdenes sufrirán las consecuencias, es parte del adoctrinamiento que se imparte a los pilotos de Aerolíneas y la ex Austral. El miedo es un arma efectiva que usan los abusadores para lograr sus propios fines. Biró quería instalar y dejar claro un mensaje a todos sus afiliados: “el que no esta con él o en su alineamiento político va a correr la misma suerte”. Pero hay muchos pilotos que son verdaderamente serios e independientes.
Además, el despido probablemente se demoró porque esperaron al 31 de diciembre pasado, a la derogación del DNU (decreto de necesidad y urgencia) 528/2020 que establecía la prohibición de despidos y la doble indemnización para ejecutar un despido sin causa. Si me permitís ser irónico, ¡parece que cuidaron el dinero de la compañía!
— Ahora que pasaron varios meses ¿Cómo analizás los últimos 5 o 6 años de Aerolíneas?
— Sí, tenés razón, hay cosas que con el tiempo van decantando. Lo vivido estos últimos años fue muy irregular, por decir lo menos. Durante los 4 años del gobierno del Presidente Mauricio Macri el sindicato de Pablo Biró y Mateo Ferrería, porque hay que decirlo, no es el de todos los pilotos, le hicieron a la compañía más de 100 medidas de fuerza entre paros y asambleas en el lugar de trabajo, la verdad es que ninguno respondía a un verdadero reclamo gremial, sólo cumplían fines político-partidarios. En esas situaciones el destrato a los propios pasajeros, en definitiva clientes de Aerolíneas, era tremendo; tomaron de rehén a la compañía en su afán de extorsionar a aquel gobierno. Ahora llevamos dos años de la gestión del Presidente Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner y nunca han tomado una medida de fuerza. ¿Extraño no? No hay que ser demasiado perspicaz para darse cuenta que en este gobierno se les sacó más derechos y beneficios a los pilotos que en gobiernos de otro signo, por poner un ejemplo observemos las modificaciones de las 671, los cambios del Convenio Colectivo de Trabajo, la fusión de Austral y Aerolíneas Argentinas, un tema del que tal vez podría hablar mucho Eduardo (Claro).
Quisiera decirle a cada piloto personalmente que se vienen tiempos muy complicados y que a la compañía la tenemos que rescatar para hacerla eficiente y fuerte.
— ¿Cómo estás hoy, te indemnizaron?
— En estos momentos se le está reclamando a la compañía que liquide la indemnización que por ley corresponde. Pero eso es algo que si bien es lo justo y legal para quien debe reinsertarse en la vida profesional, no sería lo más trascendente para los que tenemos un sentido de pertenencia respecto de Aerolíneas Argentinas. Lo importante es que en los próximos días serán las elecciones para definir quién conducirá la Comisión Directiva de APLA en los próximos años. Los pilotos de línea aérea van a poder elegir con su voto anónimo y secreto si quieren seguir siendo rehenes de este tipo de sindicalistas u optar por otra conducción distinta que tal vez transforme el gremio en un sindicato que realmente sirva a sus afiliados. Creo que la conducción que viene no será un brazo partidario y policíaco como ésta, no responderá a una facción como La Cámpora. Conozco a mucha gente honorable que se ha involucrado en la lista de oposición y no puedo pensar que cambiarán al asumir, son profesionales de palabra, gente de vuelo, culta y con sentido común. Quisiera decirle a cada piloto personalmente que se vienen tiempos muy complicados y que a la compañía la tenemos que rescatar para hacerla eficiente y fuerte.
A partir de mi despido me han llamado de muchos lugares, ya te dije que no soy político, pero uno se va enterando de los desafíos que inexorablemente tendremos que asumir como argentinos y como pilotos.
Aeromarket ha estado cerca desde que todo esto comenzó y es un medio comprometido con la aviación civil desde hace décadas, yo sé que puedo discutir con vos como lo hemos hecho varias veces, cada uno con su punto de vista. Sabés que en muchas oportunidades no estoy de acuerdo con el 100% de lo que pensás, pero yo estoy seguro de que expresas tus ideas con honestidad y vos sabés que mis puntos de vista también son honestos. ¿Cómo no se van a encontrar puntos de acuerdo para que nuestro maravilloso país salga adelante y con él la aviación civil. Este es un país al que deberían faltarle miles de pilotos, técnicos, tripulantes de cabina, etcétera. Tenemos que dejar de lado a los que viven de las miserias, a los que se alimentar de lo que queda y son incapaces de pensar en algo grande y pujante. Eso se juega en las elecciones de fines de abril y principios de mayo. Pensemos en lo que se va a poner en la urna.
