Es evidente que hay un ataque a los aeródromos. San Antonio de Areco, Monte, La Plata, Zárate y el pasado martes La Pampa, son claros ejemplos de que atrás de los hechos se esconden extraños intereses.
Los dos últimos acontecimientos que alarmaron a la comunidad aeronáutica fueron la clausura del aeródromo de Zárate, por parte de la municipalidad, sumado a una extraña participación de la Dirección Provincial de Aeronáutica de la Provincia de Buenos Aires, y el incendio intencional –con ocho focos de inicio del fuego– de los hangares del Club de Planeadores de Santa Rosa, La Pampa, ocurrido hace unas cuantas horas.
En este vertiginoso clima que afecta a la aviación civil, el pasado lunes, el intendente de Zárate realizó declaraciones que dan la pauta de lo que puede avecinarse: “No podemos seguir teniendo un espacio ocioso de más de cien hectáreas sólo para divertimento de algunos”, dijo Osvaldo Cáffaro, para agregar en otro párrafo: “este viernes se tomó la decisión de hacernos cargo definitivamente del lugar y que cada una de las asociaciones que allí funcionan regularicen sus situaciones. No tenemos certezas de las operativas internas y cómo se están manejando”.
Las declaraciones muestran ignorancia y peligrosidad, lo primero porque sucede en un país con más de 2.700.000 kilómetros cuadrados y porque los aeródromos son de una innegable utilidad pública y estratégicos para una zona que, como Zárate, se encuentra cercana al río, está próxima a centrales atómicas en funcionamiento y posee tanta industria instalada. También porque desconoce la importancia que el fomento de la aviación tiene para el futuro de cualquier país.
Los antecedentes del señor intendente de Zárate no son buenos cuando de tierras se trata. El pasado 27 de marzo, la Cámara de Apelaciones y de Garantías en lo Penal del Departamento Judicial de Zárate-Campana, confirmó un fallo de la jueza de Primera Instancia que puso límite a lo que parece ser un “modus operandi” del gobierno local respecto de la usurpación de propiedades (causa Penal IPP 1598/09). En el fallo se destacan las maniobras que el municipio habría realizado en perjuicio de un vecino de apellido Cardozo [con] «actos violentos que se materializan en el ingreso al predio de maquinarias para despojar de la posesión que Cardozo tenía o para turbarlo de la misma o para destruir o alterar sus límites, actos comisitos éstos que integran el tipo objetivo de los ilícitos previstos en el artículo 181 del Código Penal». A esos antecedentes que la propia Justicia establece, se suma la sospecha de los vínculos del intendente con los negocios inmobiliarios de la zona.
En el contexto de los últimos antecedentes con los aeródromos, la ANAC emitió un comunicado que ha circulado por todo el ambiente. En él resalta la importancia que tienen los aeródromos, pero aclara: “No es resorte de la ANAC resolver cuestiones propias de las provincias y los municipios, no obstante ello y ante las medidas adoptadas por las autoridades municipales de la ciudad de Zárate, se iniciarán las gestiones tendientes a analizar la situación particular y jurídica del aeródromo de Zárate, e intentar neutralizar las acciones que conciernen al normal desarrollo de las actividades aeronáuticas de formación, de entrenamiento, de perfeccionamiento, deportivas y recreativas, que se realizan en el predio y que afectan a socios, pilotos, instructores y alumnos; velando además por la preservación de las fuentes de trabajo y los derechos adquiridos.”
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