En medio de versiones cada vez más fuertes sobre los problemas del A400M con sus motores y la posibilidad de que el último accidente tuviera origen en el control de las plantas de poder por parte de las computadoras de abordo, se informa que las dos turbinas de un Airbus 330-300 de Singapore Airlines se “plantaron” en medio del mar próximo a China, el pasado sábado por la noche. El avión, que volaba de Singapur a Shangai a una altitud de 39.000 pies, tuvo una súbita detención de sus motores, por lo que tuvo que planear durante 15 minutos, descendiendo unos 4.000 pies, hasta que el procedimiento de re-encendido dio resultado.
El vuelo SQ836, un A330-300, equipado por motores Rolls Royce Trent 772, se encontraba a 260 km al sur de Hong Kong, cuando por razones que se tratan de establecer tuvo el percance con su propulsión.
Una vez re-encendidos los motores y operando éstos normalmente, los pilotos decidieron seguir hasta el aeropuerto de destino.
Hay varias causas por las que un motor puede dejar de funcionar, lo extraño es que ambas turbinas registren dificultades y se detengan. Dentro de las posibilidades están las de una severa tormenta con un inusual caudal de agua, pero la causa que ocasionó la dificultad del avión de Singapore Airlines, el pasado sábado, será establecida por las autoridades correspondientes, luego de un exhaustivo análisis.
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