El pasado 6 de noviembre, ZeroAvia y Hybrid Air Vehicles anunciaron que firmaron un Memorando de Entendimiento para colaborar en el desarrollo de una variante de propulsión hidrógeno-eléctrica para el Airlander 10.
El Airlander 10 es el primero de varios modelos de aeronaves que toma el modelo de dirigibles, para presentar al mercado del transporte aéreo un vehículo con capacidad para transportar carga y pasajeros durante largos períodos, gracias a una tecnología eficiente y moderna.
La innovación del Airlander 10 es que ha sido diseñado como una aeronave híbrida que utiliza una combinación de sustentación aerostática, sustentación aerodinámica y empuje vectorial, con una capacidad de carga útil de 10 toneladas y un alcance máximo de 4.000 millas náuticas, y es impulsado por cuatro motores diésel, lo que permitirá una reducción de emisiones de hasta el 90 % en comparación con aeronaves de capacidad similar. Ahora, con la integración de la propulsión hidrógeno-eléctrica de ZeroAvia, la aeronave tendrá la posibilidad de operar vuelos para más de 100 pasajeros con cero emisiones, además de reducir los costos de mantenimiento habituales en la aviación comercial.
El sistema de propulsión de hidrógeno-eléctrico de primera generación de 600 kW de ZeroAvia (ZA600) ya ha superado varios hitos regulatorios. También ha atraído la atención del mercado al lograr cientos de órdenes de compra y ha firmado acuerdos con aerolíneas que trabajan para integrar el sistema en aeronaves de ala fija más tradicionales, logrando así vuelos más económicos y respetuosos con el medioambiente. Al día de hoy, la compañía ha llevado a cabo pruebas de vuelo exitosas con un prototipo de 19 plazas.
Con un amplio espacio para el almacenamiento de hidrógeno en el fuselaje, el Airlander representa una excelente opción para adoptar la primera generación de tecnologías de hidrógeno certificadas a partir de su capacidad de almacenamiento de hidrógeno, generación de energía mediante pilas de combustible PEM de baja temperatura, que ahora sumaría un sistema de propulsión eléctrica con un avanzado proceso de certificación. La colaboración entre Airlander y ZeroAvia se basa en el trabajo previo de I+D de HAV para explorar la propulsión eléctrica del Airlander.
Como parte del acuerdo, las compañías también estudiarán la posible aplicabilidad de la tecnología de hidrógeno-eléctrico de ZeroAvia a futuras aeronaves de mayor tamaño desarrolladas por Hybrid Air Vehicles, y evaluarán las operaciones previstas del Airlander 10 para definir los requisitos de la infraestructura de combustible de hidrógeno.

El Airlander
El Airlander 10 es una aeronave híbrida de doble casco. El casco está fabricado con un tejido laminado compuesto de materiales diseñados para ofrecer resistencia, retención de helio y durabilidad. Lleno de helio, el casco es aerodinámico: tiene una sección
transversal elíptica con una forma longitudinal curvada.
En su interior, la aeronave cuenta con múltiples balones que son compartimentos llenos de aire, los cuales ayudan a mantener la presión interna del casco a medida que el helio se expande y contrae (por ejemplo, con los cambios de temperatura y presión por altitud). También proporcionan a los pilotos un mayor control de la aeronave, ya que pueden ajustar los balones.
En caso de daños sobre el casco, los sistemas automáticos de gestión de presión a bordo compensan la fuga de helio mediante una degradación controlada, lo que permite que la aeronave vuele a una base para su reparación y reposición de helio. Gracias a la baja diferencia de presión, una potencial fuga de helio sucede muy lentamente, incluso si la razón de la fuga fuera a través de múltiples orificios en el tejido.
El fuselaje del Airlander está lleno de helio. El helio, un gas inerte, es el primer gas noble de la tabla periódica y el segundo elemento más ligero y abundante del universo.
Dado que el helio es menos pesado que el aire, permite flotar generando sustentación. En el caso del Airlander, esta sustentación compensa el peso de la aeronave y permite utilizar mucha menos potencia para mantenerse en el aire. Esta es una de las razones principales por las que el Airlander consume menos combustible que otras aeronaves similares.

