Paula Drazul, la volovelista que compite en el Reino Unido

Nuestra representante en el 11th FAI Women’s World Gliding Championship • Por Luis Alberto Franco

Paula Drazul en vuelo.

Paula Drazul es una neuquina que abrazó el volovelismo casi por casualidad. Esta mujer y madre de familia –que ha competido en varios campeonatos nacionales, regionales e internacionales– estará hasta el 26 en el Reino Unido representando a la Argentina. ARMKT contactó a Paula en plena competencia y pudo conocer más sobre su participación en el certamen y su historia en el vuelo a vela.

 

ARMKT: — Sos una piloto argentina con una interesante trayectoria y ahora estás participando de la 11th FAI Women’s World Gliding Championship ¿cómo llegaste a esta instancia tan importante y cómo te sentís en medio de esta competencia?

P. D.— La estoy pasando muy bien, pero participar en un campeonato regional o nacional conlleva un gran esfuerzo personal y familiar. En mi caso, siendo mamá, estar en una competencia es un desafío adicional, y si esta es internacional todo se multiplica. Poder llegar hasta aquí es algo que soñé desde que comencé a volar, pero debo dar las gracias a mi familia y a muchos amigos porque esa es la razón por la que puedo participar de semejante competencia, si no hubiera sido por ellos sería imposible. Muchas mujeres no lo pueden lograr y yo sin el apoyo de la familia tampoco podría.

 

 

— ¿Es tu primera experiencia internacional?

— No, compito desde el 2006, he participado activamente en los campeonatos regionales, nacionales y sudamericanos. Desde mis comienzos a la fecha he sido la única piloto mujer de la Argentina en competencias internacionales. A lo largo de estos años he estado participando en los campeonatos dentro del calendario deportivo de la Federación Argentina de Vuelo a Vela (FAVAV) dando lo mejor para nuestra querida provincia del Neuquén en diferentes localidades como Gonzales Chaves, Azul, América, Junín, Trenque Lauquen, Tres Arroyos, Zárate, Marcos Juárez, Río Cuarto y San Francisco en Córdoba; Rafaela, Santa Fe y Santa Rosa, La Pampa. Gracias al apoyo de la FAVAV participé en el mundial en Zbraslavice, República Checa, donde Argentina no participaba desde el año 2003. En esa competencia estuve entre las primeras 3 competidoras la mayor parte del certamen, pero en los últimos días no me fue bien y quedé en el decimoprimer puesto, que no está mal pero podría haber sido mejor. Se nos escapó el podio en esa oportunidad, pero creo que estamos cerca de lograrlo. Cabe aclarar que en este tipo de competencias se compite con equipos de  Alemania, Francia, Inglaterra, etcétera, que tienen mucha experiencia y recursos.

En el 2017 participamos en el 2° Pan American Gliding Championship que se realizó en la ciudad de Adolfo Gonzales Chaves, donde obtuvimos la medalla de oro de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI). Esta medalla obtenida en representación de la Argentina es la primera en venir a nuestra querida provincia.

En el año 2019, habiendo calificado 6° en el ranking anual mixto fui convocada a participar del Equipo Argentino que compitió en la 3° FAI Panamerican Gliding Championship, en el Sosa Gliding Club en Ontario, Canadá, donde logramos traer la medalla de oro FAI para la Argentina. En lo personal clasifiqué en el séptimo puesto. Ese campeonato fue histórico para nuestra provincia ya que fui la primer piloto de Neuquén en participar del equipo argentino, siendo además la única mujer argentina participando a nivel nacional, y la única representante argentina en el exterior. Y ahora estoy aquí Husbands Bosworth, Reino Unido.

— Como neuquina te formaste en el Club de Planeadores Neuquén ¿cómo fue tu comienzo en la actividad?

— Comencé por casualidad. Un tío, en realidad un amigo muy cercano de la familia al cual uno le llama tío, estaba haciendo el curso y me invitó a hacer un vuelo de bautismo, fue como un flechazo porque quedé enamorada de la actividad, así que a la siguiente semana comencé el curso.

Estuve en el Club de Neuquén hasta el 2014, pero allí había muchos problemas, un día quise ingresar para dar instrucción y como iba con mi bebé la policía no me dejó entrar, así que empecé a pensar en otro club, y pude seguir en el Club de Planeadores de Cutral Co.

— ¿Hay algo en tu formación que te haya ayudado a lograr a ser una campeona, tenés una técnica propia o tu vuelo está basado en una capacidad que considerás especial, un don o algo así?

– No soy campeona, sólo compito. Lo que podría decir es que siempre existe alguien especial que se esfuerza y las cosas le suelen salir bien, pero creo que todos podemos tener un buen desempeño si lo soñamos y trabajamos para lograrlo.

— ¿Qué le dirías a una mujer que le gusta la aviación pero no toma la decisión de intentarlo?

— ¡Que lo haga ya, que no dude! Cada vez se suman más mujeres a la aviación pero estamos muy lejos de ser la misma cantidad que los hombres, especialmente en la parte deportiva. Los deportes aéreos en la Argentina están subrepresentados en lo que hace a las mujeres. En el caso de vuelo a vela compito desde el 2008, recién el año pasado se han sumado dos mujeres más a los campeonatos nacionales.

— Siendo madre, como dijiste, se hace cuesta arriba ¿no?

— Es una tarea más compleja, pero no imposible. Las mujeres estamos sobrecargadas, el trabajo, la casa, el auto, los niños, terminamos los días exhaustas. Hace unos días salió un artículo sobre Serena Willians, ella tuvo que elegir entre la familia y el deporte. Aunque ella tiene muchos recursos, no pudo con ambas cosas. Ese es un ejemplo de lo que representa la lucha interna que llevamos dentro las mujeres. Todos los años me digo, “bueno, este año y listo, no vuelo más”, ya que el esfuerzo que tengo que hacer es casi sobrehumano.

 

 

— ¿Qué dificultades, además de la compleja situación económica, hay en la Argentina que no ves en las competidoras de otros países?

— Sí, es obvio que para la mayoría de las competidoras el problema económico no existe y eso es crucial. Competir para ellas es normal; para nosotros, en la Argentina pisar el suelo de una competencia en el extranjero es un sueño, tanto para hombres como para mujeres. Los equipos grandes tienen el apoyo de sus federaciones y el estatal. Fijate que en mi caso me tuve que hacer hasta el uniforme. Afortunadamente, tengo buenos amigos en el mundo que han colaborado con las inscripciones y vuelos. Aquí compito con un planeador prestado, un Asw19, no es el óptimo, pero no tengo que pagar 3.000 euros por él. Esta es la única manera que tiene una argentina o argentino de llegar a estar presente en competencias como esta.

Paula Drazul, su hijo, el jefe de equipo, Gosta worf, y Simón Anthony, quien le prestó el planeador.

— ¿Le pedirías algo a las autoridades para que este deporte sea más popular o más fácil de practicar, considerando que el sur argentino es tan propicio para el desarrollo de esta actividad?

— Si hubiera algún soporte del Estado podría haber más participación en los campeonatos. Golpee muchas puertas para poder estar acá y no logré que me ayuden ni con la bandera.  Acudí al Ministerio de Deportes de la provincia, al área de Turismo, al intendente, al banco, entre muchos otros. Todas las respuestas fueron negativas o no hubo ninguna contestación.

— ¿Cómo te están resultando los vuelos en Husbands Bosworth, qué diferencias notás?

—Volar acá es muy diferente a lo que hacemos en la Argentina, es distinto inclusive a Neuquén, que es un lugar más seco y desértico. Aquí la altura de las térmicas es más baja. Hay días que arrancamos volando a 700 / 800 m. Volamos pruebas con 1.000 / 1.200 m. Los días muy saturados, hay demasiada nubosidad que hace que seas menos precisa en el vuelo, mucha bruma para ver adelante. Encima de eso, hay muchos espacios aéreos, hay que estar muy atentos en el vuelo para no invadir ningún espacio aéreo, porque está “regado”; si te mostrara una foto del mapa verías la complejidad. Hay días que son espacios más grandes, se sube un poco el techo del espacio aéreo. A todo eso se le agregó una función de “pilots event”, en que apretás el “pilots event” y tenés una ventana de 5 minutos de espera y después una ventana de 8 minutos para poder partir, si no partís dentro de esos 8 minutos, tenés que volver a apretar el “pilosts event” y volver a esperar … así se complica un montón a la hora de la partida. A veces uno  está acomodado y quiere partir, pero por ahí no apretó el “pilots event” y pierde el turno. En resumen, te diré que es un vuelo muy técnico respecto de lo que estamos acostumbrados y con condiciones meteorológicas, sobre todo de visibilidad, muy pobres. Así que para mí es un desafío complejo estar acá. Cada vuelo que hice fue muy duro, completamente cambiante en lo meteorológico, hay que estar sumamente atento todo el tiempo.

— ¿Has incorporado algún aprendizaje especial en esta oportunidad?

— Siempre se aprende. Cuando volás en lugares nuevos es un constante aprendizaje. No hay un lugar igual al otro, y cuando te habituás ya te tenés que ir (ríe). Al competir hay una gran lucha que podría decir que es interna, en estos vuelos tenés que tener confianza en vos misma, y llevar adelante el vuelo con una mente positiva.

 

 

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