Las horas corren. Las urgencias son muchas y las ansiedades las empardan. La información es poca, sólo trazos gruesos. ¿Habrá un plan? La idea de una etapa de transición parece ser lo único que queda cuando se tamizan los rumores de todo tipo que circulan por los pasillos oficiales. Sacar alguna precisión sobre lo que sucederá en la aviación es una quimera.
Lo seguro es que Luis Pablo Ceriani (44) se hará cargo de Aerolíneas Argentinas. Estuvo allí desde 2009 y fue vicepresidente de la compañía entre 2013 y 2015, cuando Mariano Recalde la presidía. En los últimos tiempos ha colaborado con Recalde en Diputados. También fue compañero de Axel Kicillof, ya se sabe cómo es esto de las relaciones políticas. Es un hombre de buen trato con los gremios, de hecho estuvo en la asunción de Ricardo Cirielli, quien ganó las elecciones de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), en octubre pasado. En aquella reunión lo que el histórico y permanente líder de APTA dijo es que su gremio va a colaborar con el proyecto del gobierno electo “en especial, pero no exclusivamente, con su política aerocomercial y aeronáutica (…) con el propósito de que se deje de privilegiar a las empresas extranjeras en perjuicio de las nacionales públicas y privadas”. Clarito. Tan explícito como su diatriba en aquella primera Audiencia Pública aperturista de la aviación comercial que convocó la Administración Macri.
Ceriani es un economista experto en finanzas. Su paso por la Universidad Torcuato Di Tella podría ser un buen antecedente en materia de formación técnica. Luego compartió cátedra con Kicillof. Un rasgo importante: varias consultados aseguran que es una persona razonable, dialoguista y hasta cordial. Incluso quienes suelen enfrentar a Recalde en internas pejotistas lo aprecian.
¿Por qué observar a Ceriani? Pues porque sería una especie de coordinador del área aeronáutica ya que el eje de todo el sector pasaría por Aerolíneas Argentinas bajo el mítico concepto de “línea de bandera”, esa sería la nave insignia desde la que se dirigiría la política aérea argentina en su conjunto.
… el eje de todo el sector pasaría por Aerolíneas Argentinas bajo el mítico concepto de “línea de bandera” …
Nuestras fuentes indican que la lucha en Transporte es intensa. Como se sabe, el sector es conducido por Mario Meoni, un hombre vinculado a Sergio Massa que fue intendente de Junín. Hugo Moyano parece no estar conforme, ya que dijo sobre la designación del hoy ministro que es “… un funcionario que no tiene idea de lo que habla …”. Moyano apetecía Transporte.
En la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas están que braman. Pablo Biró tenía otras expectativas pero hasta ahora no le dieron mucho. A lo sumo Ceriani será su interlocutor.
Meoni sufrió en las últimas horas un seccionamiento del ministerio que recibió ya que Vialidad Nacional pasa con su “caja” al ex intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, flamante ministro de Obras Públicas. No se sabe si las decisiones de inversión aeroportuaria también estarán en sus manos ni si la Empresa Nacional de Navegación Aérea S.E. (EANA) iría para ese ministerio. Por la Ley 27.761, EANA está bajo la órbita del Ministerio de Transporte. Lo que circula al cierre de estas líneas es que la abogada Gabriela Logatto podría ser nombrada presidente de EANA. Increíble.
Para la Administración Nacional de Aviación Civil circuló también el nombre de una mujer, su nombre va y viene. Tampoco hay certezas. Hoy no hay nombres firmes, sólo apellidos que se dicen fugazmente en los pasillos. El que siempre se repite es Damián Boccaccio, hombre de Ezeiza.
En el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), el candidato es Alejandro Granados (h). Eso estaría firme.
La aviación civil tiene gente muy valiosa que podría reunir el mejor equipo para articular sus tensiones y avanzar con excelentes aportes técnicos pero, como dijo un ex funcionario y amigo de nuestro medio (desde que dejó de ser funcionario) “en la política no se hacen esos razonamientos por eso tenemos el país que tenemos …”. Ojalá no se confirme su aseveración y que, aunque sea en lo técnico, se decida invitar a quienes pueden aportar lo mejor de sí para el bien de este sector tan importante para el desarrollo productivo de la Argentina.
Luis Alberto Franco
Yo creo que para que la aviación civil,tenga un despegue y peso en la ANAC,tendría que haber un equipo consultor,integrados por personas que tienen una trayectoria importante de años en el ámbito de la aviación PURAMENTE civil (Llámese,técnicos, ingenieros,propietarios de empresas,administrativos).Que se reúnan de acuerdo a las necesidades de las partes.Es la única manera que la AVIACIÓN CIVIL,funcione como tal,ya que el que toda su vida le dedico a esta actividad sabe de sus falencias.Una persona que paso fugazmente pensando únicamente en llegar a la aviación comercial,desconoce de lo que es mover este tipo de aviación.Estimo que es la única manera.A todos les deseo un Feliz Año
Estimado Luis, gracias por tus palabras respecto al personal de la ANAC. Si, claro que tenemos buenos técnicos, algunos con más de 20 años de experiencia que venimos trabajando en “aviación civil” desde antes que fuese estrictamente… civil. Pero no nos consultan, no nos aprovechan, no nos reúnen en equipos con jóvenes que puedan escuchar… y evitar los errores que muchos cometimos. Es indudable que, si bien nuestros índices de accidentes pueden ser insatisfactorios para algún sector, hoy muestran claramente que no estamos tan mal, sobre todo en comparación con el número de operaciones diarias y/o de pasajeros transportados. Y es indudable que parte de ese logro es del personal (especialmente técnicos) de ANAC. Y, no es menor, el recalcar que nuestra aerolínea de bandera (con un historial de seguridad operacional impresionante) sigue siendo un transportador aéreo al que le caben las mismas obligaciones que otro. No suena bien la idea de que su presidente sea el “eje” del sector aeronáutico. En fin, seguiremos trabajando para que la aviación, pese a todo, siga siendo el medio de transporte más seguro