¿Qué pasa con los planeadores en Neuquén?

El Arquitecto Mauricio Pino Isla, Director de Infraestructura y Proyectos Aeroportuarios de la provincia de Neuquén notificó al Club de Planeadores Neuquén que no se prorrogaría la autorización de permanencia de la institución en el aeropuerto de la capital provincial. El documento de notificación otorgó un plazo de 45 días para desalojar los hangares de la asociación civil. En pocas palabras: El gobierno de una de las provincias más ricas del país desaloja a una entidad sin fines de lucro con 40 años de historia y cuyos asociados dejaron una huella indeleble en la aviación argentina.

La autoridad provincial habría justificado la decisión a partir de informes técnicos del ENTE (ANAC) y EANA que señalarían que “la actividad aerorecreativa torna riesgosa la actividad aerocomercial” al tiempo que la práctica de la misma “altera la seguridad operacional de este aeropuerto”. 

Ante tal situación las autoridades de la noble e histórica entidad explicaron a la la Federación Argentina de Vuelo a Vela (FAVAV) los pormenores que llevaron a este “desalojo” a través de una extensa misiva. En ella los neuquinos expresaron desconocer “los motivos que condujeron a que organismos nacionales como ANAC y EANA redactaran informes técnicos con tales conclusiones”. Al tiempo que reconocían que la decisión los condenaba a la desaparición debido a que no se les proporcionó alternativas o salida institucional.

¿Planeadores peligrosos?

Cumpliendo una serie de requisitos, la normativa argentina autoriza a volar a los planeadores en los aeródromos controlados y como es evidente Neuquén no es la excepción (véase RAAC Parte 91 Apéndice I, Normas para la actividad de vuelo con planeadores).  En adición, la actividad mencionada tiene 40 años de tradición en el importante aeródromo patagónico. Cabe preguntar entonces ¿cómo fue que un arquitecto del gobierno de Neuquén manda a desalojar a un Club de tanta trayectoria? y ¿desde cuándo la actividad se tornó un riesgo para la autoridad aeronáutica?

Una fuente de AEROMARKET explicó: “Los planeadores volaron siempre los fines de semana y feriados, en general cuando los aviones comerciales no llegan. Nunca fueron más de 2 máquinas.  Además,  por un convenio firmado, media hora antes de que un vuelo comercial ingrese al espacio aéreo de Neuquén, los planeadores tenían que estar aterrizados. Salvo que aseguraran el vuelo libre en una buena térmica. Siempre en comunicación con la torre de control. ¿Qué riesgo tiene eso? Ninguno. Si la torre de control de Neuquén no puede con 2 aviones y 2 planeadores habría que cerrar todo.

“Los problemas  habrían empezado con el anterior jefe de aeropuerto de ANAC (la fuente de AEROMARKET agrega un mote extraño que no se reproduce). Parece que no simpatizaba con la actividad y se ocurrió que molestaban y el resultado final sería este”. El muy conocedor interlocutor neuquino de AEROMARKET agregó:  “Las autoridades actuales en vez de trabajar para posibilitar más operaciones con mayor seguridad hacen la fácil: eliminar operaciones, prohibir. No se dan cuenta del daño que hacen. Son profundamente ignorantes ni siquiera deben saber quién fue Steve Fossett, un amante de esta provincia que surcaba nuestros cielos”.

Asimismo, un profesional de años consultado por AEROMARKET expresó: “Cuesta creer que el gobierno provincial haya tomado esta decisión por sí solo y más en medio de un proceso electoral. Es muy raro. Deben haber tenido algún pedido/presión por parte de nación. Con la administradora nunca se sabe, parece determinada para ciertas cosas. Lamentablemente, si el desalojo se concreta, será un gran error para Neuquén. Hay que pensar el aeropuerto como una inversión que debe tener la menor capacidad ociosa. Neuquén no es ni Heathrow ni Aeroparque, ambas actividades pueden convivir perfectamente. De hecho lo hacen en otras partes. En los 90, hace 25/30 años, se volaba el doble ¿cómo no se va a poder volar ahora? Si creían que existía algún riesgo debían haberse pensado alternativas creativas. Generar algún espacio aéreo bien delimitado –publicado-, franjas horarias o exigirle algún otro equipamiento si no lo tenían. Invertir para terminar la inconclusa calle de rodaje interna para evacuar más rápido la pista. Pero para hacer eso hay que saber y tener voluntad de mejorar. El volovelismo es una actividad que puede darle enormes satisfacciones a la provincia en términos deportivos y en especial económicos si es bien desarrollada. Ir en contra del club es justamente atentar contra esa posibilidad. Estoy seguro de que cuando esto tome estado público se va a solucionar, no por la voluntad de ANAC o EANA, sino por la provincia. Créame que hay políticos neuquinos importantes que saben los beneficios del volovelismo que no deben estar enterados de lo que pasa. Los nacionales son una máquina de impedir para deslindar responsabilidades, tal vez por eso le hacen pagar el costo político a la provincia”, concluye el entrevistado.