No pienso, luego prohíbo
El título puede parecer una paráfrasis del principio cartesiano “cogito ergo sum” (pienso, luego o por consiguiente, existo), pero en realidad es la conclusión del accionar cada vez más frecuente del ENTE (ANAC) ante su impotencia.
El pasado fin de semana ocurrieron varios accidentes / incidentes aeronáuticos que develaron con claridad lo que vive la aviación civil por la descomposición de la autoridad aeronáutica.
Uno de los accidentes fue en Villa General Belgrano en circunstancias de una exhibición. Nadie puede determinar lo que allí sucedió hasta que la Junta de Seguridad del Transporte (JST) presente el resultado de su investigación, sin embargo, el ENTE desempolvó a toda prisa la Resolución 119/01, del 13 de marzo de 2001, para difundirla a los cuatro vientos en un vano intento por encubrir su potencial responsabilidad y limitar al máximo su incapacidad para facilitar la aviación, en este caso la aerodeportiva y las exhibiciones aéreas.
La norma a la que acudió el ENTE no sólo es obsoleta porque se dictó en un tiempo cuya tecnología sorprende y divierte a los homo sapiens de la franja etaria que va de los 5 a 30 años, sino que fue pensada para una realidad desaparecida en la cual la Fuerza Aérea Argentina (FAA) participaba activamente para fomentar los eventos aerodeportivos y no para obstaculizarlos. Es más, la resolución 119/1 es hija y actualización de la 217/76 del 17 de marzo de 1976, que fijaba los criterios y procederes para la realización de festivales y demás exhibiciones que realizaba la FAA y para determinar su participación, pero no para controlar todos los festivales. En otras palabras, establecía cuáles eran las condiciones bajo las cuales deberían ser realizados los festivales a los cuales se invitara a la FAA o fueran organizados por esa fuerza armada. Tal vez los decisores del ENTE no alcancen a comprenderlo, pero vale reproducir el primer artículo de la Resolución 119/01: “la Fuerza Aérea organizará de por sí, festivales aéreos y exhibiciones aeronáuticas en aquellos lugares o en circunstancias que sean de su interés”. La lógica en aquellos tiempos en que la autoridad aeronáutica civil era la FAA, más precisamente el Comando de Regiones Aéreas, era darle un marco de seguridad operacional a una participación en que intervendrían cazas supersónicos como el Mirage, se lanzaban paracaidistas desde aviones Hercules y/o se realizaban distintos simulacros de ataque con sistemas de armas que disponía la Fuerza Aérea Argentina. Pero nada de eso existe hoy, a tal punto que la propia FAA se muestra en nuestros días remisa a participar en festivales aéreos, no sólo porque carece de presupuesto para ello, sino porque desde 2007 la promoción y fomento de la aviación no es su responsabilidad sino las del ENTE que conduce la licenciada Paola Tamburelli. Si lo que se escribe aquí fuera una partitura musical debería hacerse un largo SILENCIO.
En esta columna semanal se suele repetir un refrán: “Otros vendrán que santo te harán”. Tan mal están las cosas que la memoria hace que aparezca cierta nostalgia por el pasado y se recuerde con añoranza que el calendario de festivales de la Argentina se trazaba con un año de anticipación; las “Semanas Aeronáuticas” de septiembre eran infaltables y la facilidad con que los aeroclubes organizaban festivales por su cuenta conforme a la normativa vigente para cada actividad frecuentes.
Lo más patético de todo no es que el ENTE pretenda aplicar normativa obsoleta que, en sus 14 años de existencia no se ha dignado actualizar, sino que la autoridad aeronáutica confunda al usuario. Porque en la placa publicada en su portal y redes se expresa que conforme a la Resolución que venimos comentando “todo evento aeronáutico, encuentro aéreo, vuelo de bautismo y/o festival aéreo debe ser autorizado en forma previa por la Administración Nacional”. Esto no es así, ni nunca lo fue. Los vuelos de bautismo que continuamente llevan adelante las entidades aerodeportivas no requieren para su realización ninguna autorización previa de la ANAC. Esa pretendida autorización previa no surge de ninguna normativa aeronáutica vigente. Tampoco se requiere autorización de la ANAC para realizar eventos aeronáuticos o encuentros aéreos. De acuerdo al artículo 11 de la Resolución N° 119/01 sólo se requiere autorización para festivales aerodeportivos (aquellos organizados por instituciones aerodeportivas) y para festivales aéreos (aquellos que realizaba la Fuerza Aérea con el fin de promover la conciencia aeronáutica. ¡Hágase aquí otro silencio, tómese aire para continuar con la lectura!
Ahora bien, si se sigue a pie juntillas la normativa de la época en que lo más sofisticado para navegar era el VOR DME, el ENTE debería ser capaz de al menos dos cosas: 1) aprobar en tiempo y forma los pedidos de autorización y 2) realizar la fiscalización. Lamentablemente, el ENTE no hace ni lo uno ni lo otro, ya que no responde a nada a tiempo y sólo puede fiscalizar un poquito de lo que ocurre ante sus narices (caza en el zoológico, como suele decirse). Como se sabe, se cuentan con los dedos de una mano las cosas que el ENTE atiende (¿entiende?) en tiempo y forma. El resto entra en una dimensión cuántica.
¿No va siendo tiempo de que alguien capaz se ocupe de la aviación civil antes de que acontezca una situación gravísima e irremediable que conmocione a todos los argentinos?
Se verá.
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Es cuestión de filosofía
Es una paradoja. Filosofía es “amor al conocimiento”, pero en el ENTE el señor Filosofía no hace nada por temor y desconfianza a partir del desconocimiento. Sucede que don Mario Gabriel Filosofía, a cargo de la DNSO es desconfiado y su falta de seguridad en las materias que debería entender es porque el cargo es holgado para su talla. Podría no ser grave si sus superiores supieran algo sobre los asuntos que deben gestionar, pero no es el caso. He ahí la principal razón por la que los trámites son interminables. ¿Por qué AEROMARKET afirma lo anterior?, pues porque ha constatado trámites, por ejemplo de escuelas que esperan habilitación, que cumplieron el año y medio de silencio.
Una fuente del ENTE dice a AEROMARKET: “También ocurre que nos traen los trámites incompletos y eso termina por demorar todo”. Puede ser, pero si es ¿no debería la autoridad trabajar sobre la simplificación o en mejorar los requerimientos para que se entiendan sencillamente? Ya que se toca ese tema ¿cómo va la normativa sobre AVANT y la certificación de instructores?
Como AEROMARKET señala habitualmente, no hay que estigmatizar a todos los integrantes del ENTE. Sin embargo, ya sea que la mayoría se inclina por no trabajar o los que no trabajan son los que firman, el ENTE ha logrado construir fama en todo el ambiente. El caso es raro porque se invirtió el conocido apotegma que dice “hazte fama y échate a dormir” al punto que se puede afirmar que el ENTE primero se echó a dormir y así se forjó la fama.
En fin, en vez de Filosofía se debería llamar Fobo o fóvo (φόβος) – sofía.
Se verá.
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Estamos para cosas importantes
Prensa del ENTE difundió buenas noticias. O por lo menos rimbombantes. No todo fue desempolvar y difundir resoluciones del ‘tiempo de ñaupa’. Por ejemplo, la buena nueva de la semana con foto incluida fue que la presidenta de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), doctora Mirta Iriondo y la licenciada Paola Tamburelli, titular del ENTE, se reunieron para trabajar “en el desarrollo de la industria nacional” y acordar “llevar adelante acciones conjuntas para garantizar estándares a nivel federal”.
No se sabe qué podría significar eso, pero parece muy importante y, sobre todo, lo que desesperadamente necesita la aviación.
Se verá.
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El problema de autobombas se extiende
Según informó el diario salteño “El Tribuno”, la semana pasada debieron suspenderse, derivarse (caso Flybondi) o reprogramarse varios vuelos que tenían por destino al Aeropuerto Martín Miguel de Güemes, de la ciudad de Salta, debido a que se rompio la única autobomba que estaba en servicio (la otra hace seis meses que no funciona). Según lo publicado por el diario “lo sucedido deja en evidencia la falta de inversión por parte de la Administración Nacional de Aviación Civil encargada de verificar y constatar la actividad aérea de la Argentina”.
Ante el problema, el señor Juan Pablo Armanino, delegado regional Norte y presidente de la delegación Salta de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) dijo: “Venimos reclamando desde hace años la falta de inversión y de obras en el aeropuerto de Salta …”. Al respecto sólo se puede agregar que las inversiones aeroportuarias no son responsabilidad exclusiva del ENTE, aunque sí el control de los aeropuertos y su funcionamiento.
Se verá.
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Taller para instructores de piloto privado de avión
El 18 de noviembre se realizará una nueva edición de los Talleres de estandarización para instructores de piloto privado de avión en el Aero Club Lago Argentino de El Calafate, Santa Cruz.
Para la inscripción de los interesados hay que completar el formulario establecido por la ANAC.
Estas actividades de actualización y estandarización son las que mayor regularidad han tenido a lo largo del año y es de esperar que continúen.
Se verá.
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Córdoba financiará el balizamiento del aeródromo de San Francisco
Con un subsidio de más de 4 millones de pesos el gobierno de la Provincia de Córdoba financiará el 100% de la obra de balizamiento de la pista, lo cual permitirá las operaciones nocturnas.
El aeródromo de San Francisco, sede del aeroclub local, cuenta con una pista de tierra de 1.500 metros de largo por 43 de ancho; con la iluminación y la correspondiente habilitación nocturna se podrá ampliar la franja horaria de operaciones con el objetivo de incrementar la actividad y posibilitar las evacuaciones sanitarias o ablación de órganos.
No se comunicó cuándo comenzarán las obras ni la fecha estimada de habilitación.
Se verá.
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Una imagen vale más que 1.000 palabras
Esto es todo por ahora. ¡Hasta la próxima!