El Mundial de Gran Hermano
El país se está deteniendo por razones emocionales y productivas. Unas responden al deporte, las otras a la mala administración pública.
No vale el esfuerzo por racionalizar el “Mundial”, hay que reconocer que se trata de un fenómeno sociológico y emocional profundo. Por lo pronto, entre el campeonato de fútbol y Gran Hermano, en las próximas semanas muchos se entretendrán y distraerán.
En los albores de la popularización de la Internet, allá por 1996, el politólogo Giovanni Sartori escribió “Homo Videns, la sociedad teledirigida”, uno de los primeros ensayos sobre los peligros del video-ver. La tesis de Sartori es interesante –aunque tal vez un tanto extremista– porque advertía que el Homo sapiens, producto de la cultura escrita, estaba perdiendo la capacidad de abstracción y, a la larga la de entender, lo cual tendría penosas consecuencias por el aprovechamiento político al que podría conducir ese proceso. Tal vez sea esa “manipulación” la que convenga tener en mente cuando fenómenos como los que sucederán en las próximas semanas, dominen la cotidianeidad de los argentinos.
Que el fútbol apasione a multitudes no parece relacionarse directamente con el video-ver, ya que se trata de deporte y entretenimiento –que no son estrictamente lo mismo– que convoca desde antes que existiera la radio y atrae al sapiens desde niño a patear cualquier esfera que encuentre a su paso, y a integrarse al potrero que por décadas fue un ámbito de socialización más o menos descarnada, pero finalmente útil para las vicisitudes de la vida. Con otros juegos pasa casi lo mismo, aunque el “casi” pueda ser enorme. Así que resulta un tanto vano dedicarse a debatir sobre las emociones que despierta un torneo global de pelota, siempre y cuando se tenga en claro que los managers del juego y los medios preparan a sus audiencias con estratagemas variopintas, y que el poder político puede usar las distracciones para hacer de las suyas.
En un sentido pasa algo peor con ciertos programas y millones de personas que se inclinan por husmear horas en las vidas de una docena y media de personajes elegidos por perfil psicológico (y tal vez por prontuario) que no se avergüenzan por copular randómicamente ante semejante audiencia. Ese fenómeno sí se enmarcaría más en el video-ver sartoriano y la devaluación del sapiens.
Sea lo uno o lo otro, mientras la mayoría está entretenida siguen sucediendo cosas. Faltan dólares vitales y la recesión se extiende; se impulsa un conflicto de poderes lindero en un golpe institucional; se descubren nuevos agujeros negros en las cuentas públicas; se tapan déficits de empresas estatales imprimiendo dinero; otra vez, como si no se hubiera repetido demasiado en los últimos 4.000 años, se controlan precios; se urde un plan platita para una elección que podría ser más pronto que tarde y la lista sigue.
En la aviación también suceden cosas.
Un súper ministro parece atraído por los aviones, él y un director de Aerolíneas con expertise teatral. Aman el Lear 60. Es lo que se comenta en muchos hangares.
Se niegan dólares a un privado que quiere importar un helicóptero para sumarse al combate de incendios, aunque el Estado firma acuerdos para alquilar dos aeronaves para lo mismo a precios estratosféricos
Sobre el aeródromo de Zárate no hay mayores novedades. La Dirección Provincial de Aeronavegación Oficial y Planificación Aeroportuaria (DPAO) encabezada por Santiago Luis Adaime, recibió a los clubes y entidades afines el pasado miércoles 9. El diálogo estaría abierto, y parece que rige un cierto compás de espera para que los clubes reunieran una larga lista de documentación que se entregaría el pasado lunes 14. Al cierre de ARMKT Review no había novedades al respecto.
“Van a asfaltar la pista y hacer del aeródromo un polo comercial para la aviación civil y lo que pasaría es que los aeroclubes molestan”, dijo un conocedor de la zona vinculado a la política. Es sólo una de las muchas versiones que circulan ante la desinformación oficial.
En APLA (y en general en los sindicatos vinculados con el transporte), buscan que entre gol y gol el Gobierno exima de ganancias a sus afiliados. La impronta de los Moyano inspira. Es cierto que el salario no es ganancia, pero no lo es para nadie, tampoco para hijos y entenados.
En los equipos de la principal oposición se trabaja intensamente en los planes de gobierno. Todos coinciden en la necesidad de una profunda reforma del Estado, pero debaten en cómo proceder en cada área. En el caso de AR hay unidad sobre su inviabilidad, pero difieren en cómo resolver la situación. Todos saben que no habrá recursos para una aerolínea, pero las opciones que se proponen van del cierre abrupto y definitivo de la compañía, a una entrega a sus empleados, en este último caso también hay matices, ya que unos proponen una entrega con subsidios definidos en tiempo y monto, mientras otros sostienen que debe ser sin costos para el fisco. AR no sería la única empresa que se sometería a cambios profundos, ya que hay propuestas que modificarían la prestación de los servicios de navegación aérea. También se elaboran planes para la Fábrica Argentina de Aviones. Todavía faltan muchas discusiones en Juntos por el Cambio sobre cómo se haría la reforma (en singular) pero los lineamientos coinciden. Eso sí, todos saben que para lograr los cambios no tendrán un campeonato mundial a disposición ni los ojos del Gran Hermano pispiando intimidades, pero sí una crisis de proporciones; por eso los consensos serán imprescindibles. Sería una cuestión de halcones y palomas trabajando en conjunto, más alguna otra fauna que se sume para la construcción de un futuro que aproveche el alineamiento de astros que tiene la Argentina a nivel global.
¿Se logrará que la mayoría tome conciencia sobre la necesidad de un cambio de rumbo copernicano o seguirá sumergida en la fantasía?
El Premio Novel James Buchanan, autor de “El cálculo del consenso”, dijo: «Una versión de la vieja fábula sobre el rey desnudo puede ser útil para ilustrar el problema del consenso. La elección pública (acuerdo social para tomar las decisiones adecuadas) es como el niño pequeño que dijo que el rey no tenía ropa. Una vez que eso fue dicho, todos reconocieron dos cosas, la desnudez del rey y que nadie había llamado la atención sobre ese hecho». Aquí no se pueden ocultar los problemas por mucho tiempo más, hay que actuar para resolverlos y la mayoría tiene que hacer un aporte. Está claro que no serán los biros, ciriellis y llanos de la vida.
Se verá.
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Mujeres que animan mujeres 
El 25 de noviembre, a las 19 horas, se realizará en el Club Universitario de Aviación, la “Charla de Aviación por Mujeres Piloto”. El objetivo de esta reunión que contará con la participación de la doctora Paula Coughlan, Lucía Martín y Maki Sallaberry, es que las mujeres que tienen simpatía por la aviación –y las que no también– se entusiasmen por esta actividad apasionante.
Para más información sobre la reunión pueden contactarse por WhatsApp al +54 9 11 40 73 94 29.
Se verá.
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De la efervescencia al hervidero
En el ENTE la cosa está que arde. Del malestar y el estado deliberativo se está pasando al abandono y las renuncias. La cosa parece terminal.
La novedad de esta semana sería que Pablo Coradazzi, director de Aeronavegabilidad habría presentado su renuncia. Aunque este funcionario de carrera habría aceptado demorar su decisión a cambio de respuestas concretas a reclamos efectuados oportunamente, el carácter de indeclinable no se habría modificado. En el Registro de Aeronaves también habría decisiones tomadas.
“Todos estamos cansados –dijo a ARMKT una fuente que trabaja en el propio ENTE– han contratado y nombrado personal porque se necesita, pero el problema es que la mayoría de los que ingresan no tienen ni idea de nuestra actividad y en algunos casos es muy difícil capacitarlos por cuestiones de base ¿me entiende?”. Otro funcionario dijo: “Contrataron a ingenieros aeronáuticos para algunas áreas técnicas y unos 10 abogados para Legales. Uno de los problemas es que no tienen establecidas las funciones de quienes están en los sectores desde hace años. Además, hay problemas salariales, en algunos casos los que ingresan ganan más que los que están en planta desde hace añares. Es un caos total”, asegura quien trabaja en el ENTE desde que comenzó a funcionar en Aeroparque.
Lo grave de esta anarquía es que los trámites siguen demorándose cada vez más.
La administradora se conforma con anunciar nuevas rutas, del resto parece no enterarse. Salvo cuando sobreviene una renuncia como la de esta semana.
Se verá.
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Exposición en el IMPA • Por Ricardo Juan Fuentes
Quilmes es un predio con poco o ningún movimiento aéreo. El sábado a la tarde estuvimos unas cuatro horas y no observamos ningún avión operando en su pista.
La base tiene un acceso al sector militar y otro al sector civil, por el cual se ingresa a instalaciones de INVAP y, bastante más allá, a la IMPA (Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº7 “Taller Regional Quilmes”). Al caminar desde la entrada respectiva se pueden observar varias cosas algunas de ellas avergonzantes y otras intrigantes. Por ejemplo, el estado de abandono cuasi predominante. Si bien el predio de IMVAP aparece bien cuidado, cerca de éste hay yuyales altos, las instalaciones de lo que fuera la escuela de vuelo BASA juntando tierra (se dice que el jefe militar que ordenó su desalojo también se encargó de la destrucción de la calle en el lugar que pasa por delante. Cerca de allí hay un playón con autos abandonados y desarmados.
Al otro lado de la calle, hacia el lado de la pista y no muy lejos de ella, se ven corrales con vacas y caballos. Aunque probablemente la base no registre un movimiento de aeronaves siquiera justificativo de su control militar, resulta imposible adivinar el objetivo castrense de la presencia de los animales de campo, salvo que ésta resulte rentable (para el Estado o para alguien).

Ambas entradas de la base se ubican a una cuadra de la Av. Otamendi, un lugar de dudosa seguridad para los transeúntes. Debido a los asaltos sufridos por alumnos –a quienes se les robaban los celulares– se consiguió una guardia que se hace presente en los horarios de clase, pero no fuera de éstos, por lo cual dicha protección es sólo parcial.
Los hangares dedicados a la IMPA están paralizados en el tiempo. Se ven despintados y decrépitos, con pisos que no reflejan lo que debe ser un taller aeronáutico debidamente cuidado. La zona de motores está llena de ejemplares viejos y casi inútiles. Es cierto que hay algunos motores civiles, principalmente reactores, que representan el mercado con el que se enfrenta un técnico aeronáutico nuevo. Sin embargo, en nuestra recorrida no pudimos ver una sola PT-6, sin dudas la turbina más popular del mundo y de la cual operan en el país muchísimas.
A juzgar por lo expuesto por los alumnos, cuyo entusiasmo para presentar sus diversos temas fue digno de mención, la falta de recursos didácticos modernos pareciera ser total. La sensación era la de retroceder décadas, salvo por la presencia de laptops, algo de robótica y no mucho más. Mucha lámina escrita a mano, no realidad virtual. Al transitar por allí, se tenía la impresión de que el siglo XXI no hubiera llegado.
Otro tema a destacar fue la falta de identificación de autoridades y del cuerpo docente. Los alumnos parecían estar a cargo de todo, aunque no pareciera que podían con todo, o no se les hubiera enseñado ciertas cosas. Poner en marcha un Mentor y un Aero Commander –recientemente recuperado– a altas RPM apuntando al público a escasos cinco metros de distancia, no pareció una buena idea desde el punto de vista de la seguridad. Es cierto que se colocaron calzas (pequeñas) pero lo mejor hubiera sido ubicar los aviones en paralelo a la soga que separaba al público del área de maniobra, y no de punta. Además, faltaban protecciones auditivas, inclusive ante la puesta en marcha del Gloster Meteor también recuperado por la IMPA. Ver a simples chicos al mando de los aviones no ayudaba a sentirse tranquilo de que todo percance estaba previsto. Llegaron inclusive a poner en marcha la turbina de un helicóptero Hiller dentro de su hangar y se llegó a ver el rotor principal girar unos pocos grados antes de que cortaran la potencia. De nuevo: los chicos pusieron mucho entusiasmo y empeño. Parecían incansables, y también responsables de todo, por lo que merecen aplauso. Tal vez hubo abnegados docentes en medio de todo pero no se podía diferenciar los unos de los otros. En ningún momento hubo locución, ni estrado con autoridades, ni una voz que guiara el conocimiento del público y las debidas prevenciones. Nada.
A propósito de la soga: cuando el Aero Commander llegó a su posición frente al público, éste se acercó sin impedimentos, tocándolo a gusto en las palas de las hélices, por ejemplo. De no ser por el esfuerzo de algún joven estudiante de mantenerlos a raya, la invasión hubiera sido total. Recordemos que un motor recién detenido no es un motor muerto.
No es el propósito de estas líneas desalentar a los que trabajaron, seguramente pusieron lo que evidentemente no les fue facilitado para hacer de la muestra todo lo bueno que pudieron a su leal saber y entender.
Según reza el sitio institucional “la Escuela de Educación Secundaria Técnica N° 7 ‘TALLER REGIONAL QUILMES’ funciona en jurisdicción del Área de Material Quilmes, dependiente de la Fuerza Aérea Argentina”. Viendo el estado de situación del lugar, uno desearía que se produjera un cambio de manos, un rediseño y una modernización verdadera en aras de una mejora que responda a las necesidades actuales del alumnado. Sin embargo, cuesta más imaginar qué autoridad actual podría hacer las cosas mejor. Para hacerlas peor sobran candidatos, de la base para afuera.
Se verá.
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