Hay cosas que se pueden pronosticar y otras que no, pero lo que ciertamente es posible predecir es que los eVTOL –la movilidad aérea avanzada (AAM, por su sigla en inglés) y movilidad aérea urbana (UAM, por su sigla en inglés)– llegarán a ser parte del espacio aéreo cotidiano en un futuro que parece estar más próximo de lo que se suponía.
Aunque los desafíos son enormes, sobre la resolución del problema infraestructura y el sistema de administración del tránsito de esas aeronaves (Unmanned Aircraft System Traffic Management / UTM ), las inversiones y competencia en constante aumento, muestran el interés y financiamiento que fluye hacia los proyectos cuya envergadura no deja de crecer.
En la Argentina, Corporación América Airports (AA2000) ya está involucrada en varios proyectos asociados a esta modalidad de transporte, especialmente en materia de vertiports o vertipuertos, sin embargo, la dinámica del desarrollo de esta tecnología es mucho más importante en otros países y con otros actores.
Entre quienes más interés demuestran está United Airlines, compañía que ha realizado importantes inversiones y desembolsos para apoyar startups; por ejemplo, ha adelantado 10 millones de dólares a Archer Aviation para la provisión de 100 de los eVTOLs que desarrolla. También ha pedido 200 aeronaves a la EVE, la empresa del sector que impulsa Embraer.
Las ciudades también compiten por estar a la vanguardia del desarrollo de esta nueva industria. En los Estados Unidos están posicionadas en la carrera ciudades de Chicago y Miami. En la primera, se avanza a paso firme de la mano de Archer Aviation para unir al Aeropuerto Internacional O’Hare con el centro de la ciudad. En Miami, Florida, hay varias empresas que buscan proveer servicios de transporte UAM, entre ellas la alemana Lilium, muy avanzada en el desarrollo de la tecnología de vuelo, ya planifica su infraestructura terrestre. También Eve y la nombrada Archer tienen en la mira ciudades como Miami y Orlando. Lo mismo pasa en Europa, en ciudades como Londres, Frankfurt, Roma y, entre otras, París; mientras que en Asia se posiciona Tokio, Hong Kong, Singapur y Shangai, entre varias más.
El mayor problema que debe resolverse y en el cual están concentrados enormes recursos y talentos, es el de la administración del espacio aéreo urbano.
La publicación Unmanned Airspace Global AAM/UAM, informó hace unas semanas que hay 117 programas de ciudades/regiones que están avanzando con esta modalidad de transporte disruptivo y en la posibilidad de que a partir de 2025 comiencen a prestarse servicios. En las urbes en donde hay más libertad y se valoran las leyes del mercado para la innovación, el empuje en el desarrollo de las aeronaves, la infraestructura terrestre (vertiports) y el complejo problema del ordenamiento del tránsito en el espacio aéreo inferior que requiere de una sofisticadísima tecnología que evite colisiones e interferencias con las aeronaves tradicionales, parece tener un notable progreso.
Según escribe Philip Butterworth-Hayes, en el portal Unmaned Airspace, los más importantes programas en desarrolló tienen apoyo gubernamental porque se conciben en torno a un compromiso internacional, por lo que es parte de una inversión que no se espera genere ingresos directos. Esos casos son los Juegos Olímpicos de París, en 2024; la Exposición Mundial de Osaka, en 2025; y los Juegos Olímpicos de Brisbane, en 2032.
La información del citado portal especializado dice: “Algunos de estos programas son notablemente complejos: para Osaka 2025, los fabricantes de eVTOL Joby, Skydrive, Volocopter, EHang y Vertical están trabajando dentro de un plan gubernamental para el ecosistema UAM urbano que posiblemente sea el más ambicioso y complejo del mundo (…) Para muchos en la industria, la verdadera prueba llegará después de 2025, cuando algunos de estos fabricantes de eVTOL y sus socios operativos tengan la oportunidad de ampliar sus operaciones a su máximo potencial comercial. Es este proceso de ampliación el que representa posiblemente el mayor desafío para los proveedores de servicios UTM urbanos, ya que es probable que el proceso sea extremadamente dinámico (por) los riesgos aéreos y terrestres involucrados que deberán monitorearse (…) el problema con los consorcios constituidos de manera diferente será comprender cómo un consorcio (con, por ejemplo, un operador de red móvil como miembro principal) funcionará junto con otro consorcio compuesto principalmente por jugadores de aviación existentes”.
Resulta muy interesante hacer un seguimiento de todo lo que se está haciendo en el mundo para concluir que la complejidad del transito aéreo y la infraestructura de las ciudades difícilmente podrá ser abordado en soledad por los estados, y mucho menos por estados quebrados financieramente.
Por eso el replanteo de todo el sistema de aeronavegación de naciones sin posibilidades financieras es inevitables. En el caso de la Argentina, se hace imprescindible que los equipos que trabajan en proyectos para el próximo gobierno, sea este del signo que fuere, piensen integralmente en lo que harán con el tránsito aéreo a partir del próximo 10 de diciembre, ya que el futuro no es algo lejano e inasible, sino algo concreto que se aproxima a rauda marcha.