El fabricante aeroespacial norteamericano Boeing parece superar la acumulación de errores y circunstancias que la hicieron trastabillar durante los últimos años. Al menos eso es lo que refleja Wall Street ya que las acciones de la compañía han registrado la mayor ganancia trimestral en 40 años. Para ponerlo en números, el valor de Boeing aumentó 57 % en el trimestre, lo que indica que el valor de la empresa se incrementó, según Boomberg, en 42 mil millones de dólares. Este dato que puede sorprender no es el más notorio para el mercado al cierre de 2022, ya que la capitalización de Boeing llegó a 113.000 millones de dólares, o sea unos 19.000 millones por encima de la de Airbus, la empresa competidora que le habría arrebatado el liderazgo como fabricante de aviones comerciales para convertirse en la compañía número uno del mundo en el rubro.
La suba del precio de los papeles de Boeing no es una mera sensación, sino que se basa en la producción del gigante industrial y los ingresos que se esperan. Hasta hace unos meses el mercado esperaba que Boeing tuviera un flujo de caja libre (FCF, por su sigla en inglés) de USD 670 millones, pero la previsión se movió a 3.000 millones en 2022 y a 5.000 millones en 2023, todo impulsado por el aumento de entregas de los modelos 737 MAX y 787. Con esa dinámica, la proyección de entregas para 2025-2026 podrían llegar a significar 100.000 millones de ingresos para la compañía, con 10.000 millones de dólares FCF.
Al comparar las entregas de Airbus y Boeing se observa que el fabricante europeo entregó 565 aviones de pasajeros hasta fines de noviembre, mientras que Boeing había alcanzado las 411 aeronaves. Los números indican que Airbus se mantendrá como el mayor fabricante de aviones, pero el desempeño de su competidor norteamericano ha sido mucho mejor de lo que se esperaba. Además, el anuncio las ventas de 200 aviones a United Airlines Inc. y de otros 40 más a un arrendador, ayudaron al repunte en la expectativas y la suba del valor de la compañía estadounidense.
United recibirá los aviones ordenados entre 2024 y 2032. La aerolínea global líder también compró A350 a Airbus, pero sus ejecutivos han manifestado que no planean desviar su nueva capacidad de larga distancia hacia el principal competidor de Boeing.
En total Boeing recibió 909 pedidos de aviones nuevos en el año que acaba de finalizar.
El futuro
Algunos analistas dicen que la acción de Boeing está barata, pero otros sostienen que el papel es muy volátil por varias razones, entre otras la situación internacional. La realidad es que todos esperan que los ingresos de Boeing crezcan un 60 % en los próximos años, lo que indica un futuro muy promisorio por delante, siempre y cuando los gastos no aumenten a la misma tasa o más, este crecimiento debería conducir a flujos de caja más fuertes, alimentando un mayor valor de las acciones.
Cuando los inversores analizan una compañía tienen en cuenta una cantidad importante de variables, y si bien al final del día el flujo de caja es muy importante, hay otros factores que se deben considerar, como por ejemplo la solidez general de la empresa. En esta materia Boeing aún tiene asuntos que resolver en materia de indemnizaciones y compromisos financieros asumidos en medio de la crisis de los MAX y la pandemia, como así también en la propuesta que haga al mercado respecto de nuevas aeronaves, lo cual por ahora no se ve que sea una posibilidad muy próxima, aunque sí necesaria.
Lo que se puede afirmar es que la línea de turbonada que afectó a Boeing durante los últimos años parece haber quedado atrás. Pero está claro que no se sabe qué nueva situación internacional pueda surgir para alterar todas la previsiones, pero eso es algo con lo que todos tienen que vivir en estos tiempos, fundamentalmente los inversores que buscan ganar mucho en el plazo más breve posible.
