Un contraste total entre Mendoza y Buenos Aires

Mendoza fomenta la aviación; Buenos Aires, la deprime • Por Dr. Gustavo Marón*

Aeródromo Aerotec, en Rivadavia, Mendoza, durante el último festival “Mendoza Vuela”. Foto: Aeromarket.

A lo largo de las últimas semanas Aeromarket ha producido una rigurosa cobertura periodística del desalojo ordenado por la Dirección de Planificación Aeroportuaria de la Provincia de Buenos Aires respecto de los clubes de planeadores ubicados en el aeródromo de Zárate.

Esta realidad, claramente negativa, contrasta con un episodio positivo que, exactamente en simultáneo, se ha registrado en Mendoza.

En efecto, el 31 de octubre pasado ingresó a la Legislatura de Mendoza un proyecto de ley para la creación de Parques Industriales Aeroespaciales en todos los aeródromos públicos y privados de esa provincia. No es poco decir teniendo en cuenta que, además de los aeropuertos de Mendoza, San Rafael y Malargüe, pisan aeródromos en los departamentos mendocinos de San Martín, General Alvear, Rivadavia y Luján de Cuyo.

El proyecto de ley mendocino tiene una redacción sumamente simple, pero también clara, pues propone desarrollar la economía mendocina a través de la industria aeronáutica y espacial …

La iniciativa fue motorizada por los senadores Mario Ana (Cambia Mendoza-UCR), Jorge Carballo (CM-UCR) y Pablo Priore (PRO), quienes indudablemente han visualizado la pujanza y capacidad de generación de empleo del sector aeroespacial, algo que claramente no han visto sus pares de la Provincia de Buenos Aires.

El proyecto de ley mendocino tiene una redacción sumamente simple, pero también clara, pues propone desarrollar la economía mendocina a través de la industria aeronáutica y espacial, la prestación de servicios vinculados, la formación profesional en la materia y la conectividad aérea interna y nacional.  En tal sentido, se contempla al Transporte Aéreo y al Trabajo Aéreo en todas sus formas, al tiempo que se promueve el mejoramiento de la infraestructura, la radicación de nuevas empresas y hasta el turismo receptivo.

… no se procura alcanzar todos estos objetivos merced a subsidios, aportes o inyecciones dinerarias del sector público, sino a través del estímulo a los actores privados en tanto generadores de empleo genuino.

Como rasgo distintivo, no se procura alcanzar todos estos objetivos merced a subsidios, aportes o inyecciones dinerarias del sector público, sino a través del estímulo a los actores privados en tanto generadores de empleo genuino. El dato no es menor pues se invierte el paradigma de las “promociones industriales” ficticias, que desaparecían tan pronto desaparecía el sostenimiento estatal. En este caso el formato es diferente, pues el Estado se limita sólo a crear las condiciones para la inversión, pero prevalecen la iniciativa privada y el riesgo empresario.

Por otro lado, la dispersión territorial de los aeródromos beneficiados asegura de entrada un desarrollo económico uniforme, ajustado a las características propias de cada región y a las diferentes necesidades de cada departamento. La localía es fundamental, al punto que la implementación de los parques industriales aeroespaciales está sujeta a un acuerdo tripartito entre el Clúster Aeroespacial de Mendoza, los municipios de jurisdicción y los propietarios, concesionarios, explotadores o administradores de los diferentes aeródromos públicos y privados con asiento en el territorio provincial.

 

 

De esta forma se asegura el involucramiento municipal no sólo en clave de ordenamiento territorial, sino de habilitaciones, co-gestión y provisión de servicios. El dato no es menor teniendo en cuenta que una de las principales características negativas de todo aeródromo es su divorcio del entorno, que en algunos casos ha derivado en conflictos vecinales e incluso en erradicación. Estos males quedan conjurados de entrada merced al acuerdo tripartito de base con los Municipios.

La administración de los parques aeroespaciales también se basa en un criterio de cogestión tripartita, con representantes del Clúster Aeroespacial de Mendoza, el municipio y el propietario, concesionario o explotador del aeródromo público o privado donde el parque aeroespacial se asiente.

Como estímulo a la radicación de empresas en los aeródromos que sean elegidos por los actores económicos, el proyecto de ley contempla la exención del pago del impuesto de Sellos e Impuesto a los Ingresos Brutos para las empresas interesadas. Pero este beneficio no es permanente, propio de los regímenes promocionales ficticios, sino acotado en el tiempo a tres períodos fiscales consecutivos, es decir, al tiempo en que se produzca la mayor inyección de capital para el asentamiento de la empresa de que se trate. En lo sucesivo, el beneficio desaparece y la empresa radicada debe pagar impuestos como cualquier otro actor equivalente del ecosistema empresario provincial.

Otro dato trascendente del proyecto de ley bajo análisis es que encomienda al Clúster Aeroespacial de Mendoza la formulación de un Plan Estratégico realista que contemple la integración inteligente de recursos y capacidades de los sectores público y privado, la diversificación de la matriz productiva provincial hacia el sector aeroespacial, el incremento del valor agregado en las cadenas de valor, el incremento del trabajo registrado y del empleo calificado en el sector aeroespacial.

 

 

La sola existencia de un Plan Estratégico, a cargo de los propios protagonistas, habla a las claras de la visión de largo plazo que anima al proyecto de ley.  Este no es un dato menor teniendo en cuenta el cortoplacismo propio de la política argentina.  Indudablemente en este punto fue tomado como ejemplo el exitoso Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI), que permitió reactivar a todo un sector de la economía provincial. En materia aeroespacial no hay soluciones mágicas, pero evidentemente sí hay modelos exitosos a imitar.

Resulta interesante advertir que el Plan Estratégico Aeroespacial propuesto es de concreción prácticamente inmediata, pues deberá ser presentado dentro de los noventa días de la entrada en vigencia de la ley, todo un desafío para el sector empresario aeronáutico, más todavía si se considera que deberán contemplarse aspectos tales como  la investigación y el desarrollo científico-tecnológico en materia aeroespacial, sustentabilidad ambiental y el fortalecimiento de la conciencia aeroespacial en Mendoza.

Aunque el proyecto de ley bajo análisis es de carácter provincial, la visión de sus autores excede los límites políticos de la Provincia de Mendoza, al punto que se invita a los organismos del Estado Nacional y empresas del sector público aeroespacial a descentralizar sus dependencias, prestaciones y actividades en los parques/polos aeroespaciales mendocinos.

Entre los destinatarios expresamente contemplados se encuentran la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, la Administración Nacional de Aviación Civil, la Junta de Seguridad en el Transporte, el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos, la Empresa Argentina de Navegación Aérea S.E. y las empresas de  INVAP S.E. (investigaciones aplicadas), VENG S.A. (construcción de cohetes) y  ARSAT S.A. (telecomunicaciones satelitales). Bajo el mismo paradigma de integración, el proyecto de ley invita a radicarse en los parques aeroespaciales provinciales a las universidades públicas o privadas con presencia en Mendoza que estén interesadas en desarrollar carreras, planes de estudio o actividades académicas que resulten afines o funcionales al desarrollo aeroespacial.

El proyecto que nos ocupa recién inicia su camino legislativo, por lo que es dable esperar el intercambio de opiniones propio del consenso democrático. Pero se ha partido de una base sólida y bastante bien pensada …

El proyecto que nos ocupa recién inicia su camino legislativo, por lo que es dable esperar el intercambio de opiniones propio del consenso democrático. Pero se ha partido de una base sólida y bastante bien pensada, lo que permite ser optimistas respecto de la viabilidad de esta nueva herramienta de crecimiento para la muy golpeada economía provincial.

Mendoza es bien conocida en el país por su alto grado de institucionalidad, que ha impedido la eternización de gobernantes de cualquier color político, e incluso la aparición de caudillos. Geográficamente hablando, la provincia está azotada continuamente por todas las adversidades posibles: aislamiento, aridez, sequía, granizo, heladas… y hasta terremotos. A esto deben sumarse los choques propios de la política nacional, de los cuales tampoco está exenta.  Sin embargo, los mendocinos (y los políticos mendocinos) piensan de otra forma, quizá porque tienen claro algo tan simple como que sólo se puede prosperar en equipo, en conjunto, en comunidad.

 

 

Tal vez lo que está pasando en Mendoza sea el mejor ejemplo para comenzar a resolver la dura realidad de los desalojos de aeródromos bonaerenses, no sólo en clave de proyecto económico, sino de lógica social.  Porque en el futuro sólo tendrán viabilidad las actividades aeronáuticas que se integren con la comunidad y con los municipios, aquellas que pongan en movimiento fuerzas centrípetas.  Ya no es posible sostener, incluso mentalmente, formatos o soluciones de las décadas de 1950 o 1980. Es preciso reinventarse para legitimar socialmente a la actividad aeronáutica, que la sociedad percibe como elitista y excluyente.  No es fácil, pero lo que está pasando en Mendoza demuestra que es posible.

 

* Profesor de Derecho Aeronáutico en la Facultad de Derecho de la UNCuyo

 

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4 Comentarios
  1. Alejandro dice

    Siempre debe ser asi, los privados que inviertan y desarrollen negocios asumiendo riesgos mientras que el Estado debe dar las herramientas politicas y legales para garantizar la actividad y ejercer el papel de contralor velando por los intereses del pueblo… pero nunca ser un Estadio empresario.

  2. Jorge dice

    Mientras menos intervenga el estado mejor

  3. Alberto dice

    Demasiado bla bla, sin contenido concreto

  4. Victor Giannini dice

    Es sencillo, solo hay que fijarse que gobierno tiene Mendoza y que gobierno tiene la Pcia. de Buenos Aires

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