Con 20 millones de “asignaciones de SAF” aprobadas en la última votación sobre ETS* (Sistema de Comercio de Emisiones, según su sigla en inglés) el Parlamento Europeo, busca acelerar la descarbonización de la aviación. Lo que estima esta política europea es estimular el rápido despliegue de combustibles de aviación sostenibles en Europa, lo cual sólo parece posible si los estados aportan fondos de los contribuyentes. Al menos eso es lo que piden los grandes proveedores de la tecnología para producir y transportar este combustible sostenible.
Según los argumentos oficiales, sin estos 20 millones de asignaciones SAF la eliminación gradual de las asignaciones gratuitas de ETS para 2026, mucho antes de que las soluciones de descarbonización verdaderamente efectivas estén disponibles a gran escala, el transporte aéreo podría verse muy afectado. La razón para que eso suceda, es que el costo de cumplimiento del ETS probablemente se quintuplicará para 2025 a más de 5 a 6 mil millones de euros anuales, lo que elevaría los precios de los boletos, la disponibilidad de rutas y, en última instancia, la conectividad. En consecuencia, se considera que la UE tiene que hacer todo lo posible para aumentar la producción de combustible sostenible. Países de todo el mundo, como EE. UU. a través de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA de la Administración Biden), están dispuestos a invertir fondos públicos en combustibles sostenibles, lo cual pone en jaque la competitividad futura de la aviación europea y de la industria SAF europea.
Lo que se espera es que todos los ingresos generados por las asignaciones de aviación del ETS tengan los siguientes efectos:
- Contribuyan a disminuir la brecha de precios entre los combustibles convencionales y SAF
- Financien proyectos de I+D e innovación para tecnologías de propulsión y combustibles con bajas emisiones de carbono o sin ellas.
- Financien la ampliación y el despliegue de SAF.
Los permisos SAF son sólo el primer paso para lograr su producción y uso a gran escala en Europa. La UE ahora necesitaría apoyar la producción de SAF para garantizar la disponibilidad de combustibles sostenibles.
Dados los actuales plazos en materia de reducción de CO2, las aerolíneas europeas continúan instando a los reguladores a introducir escalas obligatorias dedicadas al sector de la aviación en el Fondo de Innovación ETS y financiar estas escalas a través de los ingresos generados por las asignaciones de aviación ETS.
Cómo funciona el sistema ETS
El sistema funciona a base de limitación y comercio, lo que significa que las organizaciones tienen derecho a emitir una cierta cantidad de gases de efecto invernadero, arriba de la cual necesitan comprar derechos de emisiones de otras organizaciones que no han llegado a su límite.
Cada derecho de emisión, llamado allowance (EUA), equivale a una tonelada de dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero más común. Las empresas pueden comprarlos y venderlos entre sí en función de sus necesidades.
Si suponemos que el límite es de 10 toneladas de carbono (10t CO2), y que una empresa al final del año ha emitido 6t CO2 en total, puede elegir de guardar las 4t CO2 restantes para sus propias necesidades futuras, o venderlas a otra empresa que ha emitido más que las 10t CO2.
A final de cada año, las empresas deben de haber adquirido suficientes derechos para cubrir todas las emisiones, de lo contrario, se les imponen fuertes sanciones.
Actualmente, el precio por tonelada de CO2 es de unos € 80 aproximadamente. En este último año se ha duplicado. Se espera que el precio por emitir dióxido de carbono a la atmósfera se cuadruplique para 2030.
*Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (EU ETS)
Fuentes: A4E, Clima Trade, www.carboncredits.com y otras.
