LAR/RAAC entran en vigencia

Las normas LAR (Reglamento Aeronáutico Latinoamericano) entrarán técnicamente en vigencia en unas horas conforme a diversas resoluciones (864/2017, B.O. 83.976; 862/2017, B.O. 83970; 863/2017, B.O. 83.971 y 861/2017, B.O. 83.968) de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) del 2 de noviembre de 2017. Esto plantea una seria dificultad para la actividad de la aviación general y para el mismo Estado que en los hechos tiene grandes falencias para hacer cumplir las normas que suele establecer.

Al día de hoy, las LAR son acatadas con criterio selectivo en un 60% de los estados de la región y en algunos de ellos con serios inconvenientes no previstos.

Las posibilidades de que a partir de las 00 horas de mañana se prorrogue por Boletín Oficial (BO) el plazo para iniciar un proceso de adaptación a las nuevas normas son prácticamente nulas porque el proceso demora 48 horas. Ha circulado por el angustiado ambiente donde la actividad aeronáutica transcurre, que se emitiría una Circular de Información Aeronáutica (AIC) como sucedáneo del BO con el objeto de suspender o prorrogar la fecha que la ANAC había decidido, pero esta alternativa no reemplaza jurídicamente al Boletín Oficial. En otras palabras:

Las LAR regirán desde mañana.

 

El escenario es grave para decenas de empresas aeronáuticas bajo la Parte 135, ya que una Circular no sería suficiente para operar fuera de esas normas. Por ejemplo, los seguros de las aeronaves que no las cumplieran podrían no cubrir un siniestro si lo hubiera. Tan crucial es el asunto que varios abogados especialistas recomiendan que las aeronaves en esa situación permanezcan en tierra hasta que se resuelva el problema.

Otra vez la desidia muestra su cara más despiadada porque, si en ANAC se pensó realmente en una prórroga —como se estuvo sugiriendo en reuniones oficiales— algo falló en la implementación en tiempo y forma. Si por el contrario se hubiera decidido aplicar las LAR a partir de mañana, una parte de la aviación general quedaría al margen en forma definitiva, lo que daría lugar a la presentación de varios recursos de amparo ya redactados que judicializarían un asunto que podría haberse tratado con más criterio.

En cualquier caso, ya existiría un lucro cesante o un perjuicio serio para los prestadores de servicios aeronáuticos y hasta la posibilidad de demandas al Estado Nacional.

Esta situación demuestra una vez más el estado de cosas en la aviación civil.

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