Una patente de la NASA recibió el galardón “Invención Gubernamental del año 2020” por el desarrolló de una tecnología de gestión del tránsito de aeronaves no tripuladas (UAS por su sigla en inglés), que posibilita en forma segura el tránsito de UAS a baja altitud, lo cual implica otro paso monumental para las operaciones de entrega de bienes y servicios a través de esta modalidad de transporte.
El desarrollo, que ya cuenta con una patente, significa un cambio en la gestión tradicional del tránsito aéreo en que interviene una persona a un nuevo enfoque centrado en la inteligencia artificial. Tradicionalmente, en el tránsito aéreo, una autoridad centralizada brinda servicios para mantener el espacio aéreo seguro y accesible. En UTM, la Administración Federal de Aviación (FAA) delega parte de esa autoridad a otras entidades para proporcionar servicios de apoyo similares a los operadores en forma directa. Además, la nueva tecnología permite que esos operadores reciban servicios adicionales de diferentes proveedores lo cual abre el mercado a la competencia. Los servicios adicionales pueden incluir información meteorológica a baja altitud, gestión de congestión, resguardo por obstáculos en el terreno, planificación de rutas, re-direccionamiento, gestión de separación y de contingencias. Este ecosistema novedoso requiere una “comunidad de servicios” que estén interconectados y se comuniquen a través de interfaces y protocolos muy definidos.
La NASA, en interrelación con la Federal Aviation Administration (FAA) trabajan desde hace tiempo en la integración segura de los drones en el espacio aéreo de baja altitud.
En poco tiempo se podrá ver en el cielo una cantidad creciente UAS entregando productos o ejecutando servicios. Se estima que unos 700.000 sistemas de aeronaves no tripuladas, popularmente conocidas como drones, deambularán por el cielo antes de que termine la década.
El cielo en un futuro próximo
En poco tiempo se podrá ver en el cielo una cantidad creciente UAS entregando productos o ejecutando servicios. Se estima que unos 700.000 sistemas de aeronaves no tripuladas, popularmente conocidas como drones, deambularán por el cielo antes de que termine la década. Muchos están preocupados por cómo afectarán estos avances la seguridad en el espacio aéreo e incluso nuestras vidas, por eso es importante ir informándonos al respecto, tanto como profesionales de la aviación como ciudadanos de un mundo tecnológico.
Centro de Investigación Ames
El Centro de Investigación Ames de la NASA, en el Silicon Valley, California, trabaja desde hace tiempo en una plataforma de investigación que ayudará a administrar grandes cantidades de drones que vuelan a baja altitud junto con otros usuarios del espacio aéreo. Conocido como UAS Traffic Management, o UTM, el objetivo es crear un sistema que pueda integrar drones de manera segura y eficiente al tránsito aéreo que ya vuela en el espacio aéreo de baja altitud. De esa forma, la entrega de paquetes y los vuelos de drones recreativos no interferirán con los helicópteros, aviones, aeropuertos cercanos o incluso aviones de seguridad operados por personal de primeros auxilios que ayudan a salvar vidas.
Obviamente la NASA no es el único que trabaja en esta línea de desarrollo, hay decenas –por no decir cientos– de empresas, instituciones y gobiernos que avanzan en la administración segura de un espacio aéreo muy transitado.
La NASA misma, que lidera el proyecto UTM, recibe la colaboración de más de 100 socios en diversas industrias, academias y agencias gubernamentales que se comprometen a investigar y desarrollar esta plataforma.
El sistema que patentó la NASA es un poco diferente al sistema de control de tránsito aéreo que utiliza la FAA para la aviación actual. UTM se basa en el intercambio digital de los detalles de vuelo planificados de cada usuario. Cada usuario tendrá la misma conciencia situacional del espacio aéreo, a diferencia de lo que sucede en el control del tránsito aéreo actual.