Al cabo del tercer trimestre del año, American Airlines tuvo una caída del 50% en sus beneficios, producto del incremento del precio del petróleo. Los ingresos, en definitiva, se ubicaron en los US$ 11.500 millones, lo que representó un incremento del 5,4%. Los beneficios se situaron en US$ 341 millones, es decir un 51,6% menos que el mismo período del año pasado.
A pesar de la fuerte demanda de viajes aéreos que impulsó un aumento interanual del 5,4% en los ingresos totales del tercer trimestre de 2018, hasta un récord de US$ 11.600 millones y que los ingresos por carga aumentaron un 16,4% a US$ 260 millones debido a un aumento del rendimiento del 12,1% y un aumento del volumen del 3,8%.
“Desafortunadamente, los altos precios del combustible incrementaron nuestros gastos en aproximadamente US$ 750 millones en comparación con el tercer cuarto de 2017”, informó Doug Parker, presidente de American.
La mejora en los ingresos fue compensada por el aumento significativo en los precios del combustible. Los gastos operativos totales en el tercer trimestre de 2018 fueron de US$ 10.900 millones, un 12,4% más año con año, impulsado por un incremento del JP1 un 42,6%. Si los precios del combustible se mantuvieran sin cambios en comparación con el tercer trimestre de 2017, los gastos totales del tercer trimestre de 2018 habrían sido aproximadamente US$ 750 millones más bajos.
“Tenemos importantes oportunidades de crecimiento a través de iniciativas como la segmentación expandida de nuestros productos, la armonización de las configuraciones de nuestras aeronaves y mejores proyecciones de crecimiento en nuestros hubs más rentables. Estamos confiados que estas acciones permitirán que American tenga mejores rendimientos a partir de 2019”, añadió Parker.