Bombardier ha lidiado con problemas financieros durante años y tal vez no se reponga nunca luego de la decisión, hace alrededor de 8 años, de competir fuerte en el transporte aéreo con los modelos CSeries que finalmente compró y fabrica Airbus.
Ahora su decisión ha sido dejar de fabricar la línea de aviones LearJet. Un anuncio fuerte.
El año pasado la acción de Bombardier dejó de estar en el índice TSX 60 –una lista de las 60 mayores compañías que cotizan en la bolsa de Toronto– porque sus balances exponen problemas de deuda a largo plazo y el mercado no valora lo suficiente el potencial de una empresa que solía ser un emblema industrial de Quebec y Canadá. Y encima de males vino el COVID-19.
La compañía ya se ha desprendido de varios activos que considera no esenciales para mejorar su posición y retomar vigor. El año pasado vendió su programa de aviones regionales CRJ a Mitsubishi, por 550 millones de dólares. El dinero ayudó, pero para la pesada carga de su deuda no significó demasiado.
Cuando Bombardier vendió todo el desarrollo de los CSeries, que se convertirían en los exitosos A220 en manos de Airbus, todos pensaron que el grupo se concentraría en la industria ferroviaria en la que siempre exhibió fortalezas, pero el año pasado decidió desprenderse de ese histórico activo al venderlo al fabricante francés Alsto que compite en la producción de material rodante contra la empresa china CRRC (CRRC Corporation Limited). Aquella venta, cuyo monto rondó los 6.700 millones de dólares, fue un verdadero alivio financiero, a pesar de que las aspiraciones de Bombardier eran alcanzar más de 7.000 millones. Otra desinversión que realizó Bombardier fue la de su división de Aeroestructuras por otros 275 millones de dólares.
El gobierno de Quebec ha ayudado mucho a Bombardier, pero la empresa sigue perdiendo la simpatía de los votantes, cosa que los políticos miden, en consecuencia no se sabe cuánto más apoyo financiero podrá esperar de las arcas públicas. Todo está muy complicado.
Bombardier ha comunicado que tiene liquidez para seguir adelante, incluso para soportar los embates del SARS-CoV-2, de hecho parece haber utilizado menos efectivo durante 2020, a la vez que logró conseguir más dinero prestado para la unidad de aviación de negocios en la que quiere focalizar todos sus esfuerzos.
“Bombardier sigue enfocado en avanzar en sus prioridades clave, que incluyen cuidar mucho a nuestra gente y clientes; asegurar suficiente liquidez para capear la tormenta; y continuar avanzando con nuestro reposicionamiento estratégico como una compañía de aviación comercial más ágil y enfocada …”
Al finalizar el año pasado los ingresos de esa unidad de negocios alcanzaron USD 1.200 millones, en gran parte por las entregas de la línea ejecutiva Global.
“Si bien la pandemia en curso continúa presentando desafíos sin precedentes, Bombardier sigue enfocado en avanzar en sus prioridades clave, que incluyen cuidar mucho a nuestra gente y clientes; asegurar suficiente liquidez para capear la tormenta; y continuar avanzando con nuestro reposicionamiento estratégico como una compañía de aviación comercial más ágil y enfocada ”, dijo a fin de 2020 Éric Martel, presidente y director ejecutivo de Bombardier Inc.
“En el tercer trimestre de este año (2020), logramos un progreso sólido en cada una de estas prioridades. Aseguramos liquidez adicional con una nueva línea de crédito de mil millones de dólares, mantuvimos nuestras desinversiones avanzando según lo planeado, y con las entregas aumentando en todos los negocios”, aseguraba Martel.
La semana pasada Bombardier hizo un anuncio más: a fin de año dejará de fabricar el “popular” Learjet.
Está claro que el fabricante tenía un tanto olvidado el modelo al que dejó “envejecer”. Se estima que el mercado presenta modelos nuevos cada 10 años –en ocasiones han sido 7 u 8–, pero Bombardier no habría prestado atención a esa demanda para sus Learjet, ya sea por razones estratégicas o por crecientes problemas financieros.
En 2007, el grupo tuvo la intención de desarrollar el modelo Learjet 85, pero el avión tuvo la misma suerte que otros proyectos de Bombardier y quedó en la nada. El resto de los modelos se fueron desactualizando.
El comunicado de la empresa dice que se concentrará en producir los aviones Challenger y Global que son los más rentables. “Hemos elegido ser un competidor más fuerte en plataformas como los Challenger y Global”, dijo el director ejecutivo de la empresa.

El Learjet se fabricaba mayormente en Wichita, Estados Unidos. La planta por ahora seguirá en manos de Bombardier como el principal centro de pruebas de vuelo de la compañía, pero se estima que más 700 empleados que allí trabajan serán despedidos en lo inmediato, totalizando unos 1.600 a fin de año, entre los que están también empleados canadienses. En la planta de Wichita se seguirán realizando adaptaciones especiales de aviones para la evacuación sanitaria, incendios y otras especificidades.
El fabricante se ha comprometido a sostener el programa de mantenimiento para los aviones de la marca Learjet por el tiempo que sea prudente.
Desde 1960, se han fabricado unos 3.000 aviones Learjet. Bombardier compró Learjet Corporation en 1990 y desarrolló con éxito los modelos 40, 45 y 60.
Bombardier producía el Learjet 75 un avión que estaba perdiendo el interés del mercado cuando el COVID-19 se presentó en sociedad. Antes de ese acontecimiento, el fabricante presentó un derivado más económico denominado Learjet 75 Liberty, para competir con los modelos Citation CJ3+, de Cessna y Phenom 300E, de Embraer.
La versión Learjet 75 Liberty, que se presentó en 2019, es unos 3 millones de dólares más económica, pero la reducción se debió a la eliminación del APU (unidad de potencia auxiliar que posibilita que el avión tenga ciertos servicios y pueda ponerse en marcha sin apoyo externo), una reconfiguración de cabina y otras cambios menores que en realidad abarataron el producto.
Los modelos Challenger y Global podrían ser la respuesta a los problemas que tiene Bombardier. Son excelentes aeronaves que parecen aportarle mayores márgenes de rentabilidad a una compañía que necesita casi desesperadamente dinero fresco.
¿Podrá Bombardier sobrevivir a las decisiones que ha tomado en los últimos 8 años y a la crisis de la pandemia? Se podrá constatar más temprano que tarde. Lo que sí se sabe es que los legendarios Learjets serán discontinuados. Triste.