El Presidente Mauricio Macri debería ser resguardado de cualquier accidente o traspié aeronáutico. Esto es importantísimo en lo que hace a la seguridad de sus traslados por medios aéreos, como así también por las decisiones que parecen tomarse en materia de aviación desde su entorno.
Desde hace unos días, la prensa y buena parte de la opinión pública tienen información sobre una vidriosa contratación de aeronaves por parte de la Presidencia de la Nación. En el ambiente aeronáutico argentino nos conocemos todos, por eso hay inquietud por ciertas personas que estarían cerca del Ing. Macri. Son apellidos que estuvieron ligados a negocios aéreos de Franco Macri, padre del Presidente, que hoy operarían en cercanías del núcleo mismo del poder.
Desde el principio de la Administración Macri la compra de Macair por parte de Avianca llamó la atención de los medios y de los que conocemos el mercado aeronáutico argentino. Algunos de los personajes —o sus familiares más directos— que rodearon aquella operación, se repiten en la empresa que sería contratada por Presidencia para brindar servicios aeronáuticos al titular del Poder Ejecutivo.
Afortunadamente nuestras fuentes informan que la licitación que realizó la Presidencia de la Nación —a la que se presentó un único oferente que cumplía con todos los requisitos exigidos en el pliego— sería anulada y se convocaría a una nueva que tendría condiciones menos sospechosas. De suceder y hacerse puntillosamente bien las cosas, tal vez empresas que cuentan con aeronaves prácticamente iguales o mejores a las de Unicos Air, se presenten a competir. Esto sería saludable, aunque algunas dudas, luego de lo ocurrido, sean difíciles de disipar.
Los temas aeronáuticos de la Presidencia no se circunscriben sólo a compras, también podrían extenderse a las ventas. Por ejemplo, la del Tango 01 que podría rematarse próximamente. En ese caso sería más que prudente hacer una tasación bien detallada y transparente del equipamiento de ese avión ya que el mismo, que fue reemplazado no hace mucho tiempo, podría valer una pequeña fortuna.
Nadie tiene dudas de que el Primer Magistrado debe contar con aeronaves de última generación para cumplir con sus funciones. Afortunadamente el Ing. Macri ha mostrado mucha austeridad en las comitivas que lo acompañan, algo verdaderamente contrastante respecto de la gestión anterior. Por eso, aeronaves modernas, de mediana capacidad, equipadas y confortables podrían ser las más adecuadas. Pero lo importante es cómo se realizan las transacciones. Hacerlo y parecerlo, la vieja consigna que alcanzaba a la mujer de César, podría ser una muy útil regla a seguir en este tiempo de cambios, sobre todo, cuando los “Josecitos” que siempre se cuelan entre los resquicios del poder para hacerse de algún bolso son tan conocidos por todos.
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