Brasil no es el único país sudamericano que presta atención a la aviación. Aeromarket estuvo en contacto con empresas aeronáuticas de algunos países para poder informar cómo trabajan las autoridades en tiempos de pandemia. Para evaluar la situación relativa de las autoridades con el medio aeronáutico Aeromarket formuló cinco preguntas, a saber:
- ¿La autoridad aeronáutica de su país trabaja normalmente?
- Las gestiones necesarias para realizar trámites relacionados al trabajo aéreo ¿se realizan por la modalidad teletrabajo o presencialmente?
- ¿La respuesta de la autoridad aeronáutica en términos de tiempos es normal o hay demoras?
- ¿La autoridad aeronáutica ha dispuesto medidas de alivio para la aviación general y el trabajo aéreo o no hubo cambios en las exigencias, aranceles, estímulos para la actividad, etcétera?
- ¿Cómo es el diálogo entre el sector privado y la autoridad aeronáutica?
Chile
En primer lugar debemos destacar la labor de la prensa chilena no especializada que se ocupó de la aviación general y su situación. Por ejemplo, La Tercera, medio masivo del país trasandino, realizó una extensa nota sobre la aviación ejecutiva colocándola en un lugar adecuado dentro de las actividades productivas del país. En el trabajo del periodista Daniel Fajardo, del pasado 10 de octubre, se muestra cómo la aviación luchó en medio de las revueltas sociales prepandemia y la crisis sanitaria causada por el COVID-19.
Más allá de los medios, están los datos duros.
Según los consultados, la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC) trabaja con normalidad. La mayor parte de las gestiones se realizan a distancia, pero en casos de necesidad se puede concurrir a la sede para resolver alguna dificultad. Los trámites fluyen con la normalidad de siempre y los tiempos son razonables. En general no recibimos respuestas sobre medidas de alivio para el sector aeronáutico chileno, pero sí comprensión por la situación. En cuanto al diálogo todos concuerdan que es de bueno a muy bueno.
Colombia
En Colombia no hay respuestas uniformes. En general existen quejas por la falta de una política que permita sostener a la aviación general. Al respecto, se nos aclara que el sector suele ser ignorado por los gobiernos. Algunos interlocutores dicen que la autoridad no ayuda, pero tampoco pone trabas. “Colombia es un país muy complejo en conexiones y la aviación resulta clave, por eso debería recibir mayor atención”, dice el gerente de operaciones de una pequeña empresa de taxis aéreos. Se coincide en que la situación va mejorando a través del tiempo, pero la pandemia no ayudó.
Más allá de las críticas, en Colombia se realizan muchos vuelos humanitarios en forma privada a través de organizaciones sin fines de lucro, como el Aeroclub de Colombia y la Patrulla Aérea Civil Colombiana. Esta última institución presta atención médica y de emergencia gratuita en zonas de acceso remoto.
Durante la pandemia, la Patrulla Aérea y los pilotos del Aeroclub de Colombia han volado miles de horas llevando suministros y equipos a los médicos a las regiones más apartadas, también transportando muestras de test de contagios para que se analicen en las ciudades más grandes, también colaboraron con el traslado de epidemiólogos con el fin de detener el avance del contagio. Esas actividades demuestran que hay comunicación institucional entre la autoridad y el sector aeronáutico privado.
La queja más generalizada es por los elevados impuestos con que se grava a todo los aeronáutico, lo cual afecta la renovación del parque aeronáutico.
Ecuador
En Ecuador la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), encabezada por un profesional con experiencia empresarial en la materia, registraba mejoras constantes, pero la pandemia afectó su normal desempeño. No obstante, desde hace dos meses, más precisamente el 11 de agosto, el personal que integra la dirección retomó sus actividades presenciales en el edificio donde se ubica la sede de la DGAC, en Quito.
Desde entonces se atiende allí con turnos y conforme a protocolos. No se han registrado reclamos gremiales fuera de lo normal y todo trabaja normalmente pero con las salvedades señaladas por las medidas de precaución. En cuanto al diálogo, la autoridad aeronáutica, las empresas y las organizaciones de la aviación civil mantienen una relación fluida.
Aeromarket espera recibir más información de otros países consultados que aún no han respondido, pero la conclusión general es que todos intentan seguir adelante y que la actitud de la autoridad es la de estar atenta a lo que sucede o al menos comunicada con los actores que motivan su existencia.