Hubo acuerdo con la Unión Europea e Italia logró una solución “constructiva y equilibrada” que consiste en finalizar la era Alitalia y dar comienzo a la aerolínea Italia Trasporti Aereo (ITA) a partir del próximo 15 de octubre.
Según diversos comunicados uno de los principales objetivos de la solución a la que se arribó en el seno de la Comisión Europea, sería para proteger a todos los trabajadores y consumidores del transporte aéreo italiano. En ese marco, Bruselas aseguró que realizará un monitoreo constante de la evolución de la nueva aerolínea y la “discontinuidad” de Alitalia.
El Estado italiano podrá realizar aportes de capital para el funcionamiento de ITA en el proceso de transferencia de algunas de las actividades de Alitalia a la nueva empresa, aunque EL eje de toda la negociación está la sostenibilidad independiente de la naciente compañía.
El ministro italiano de Infraestructuras Sostenibles y Movilidad (anterior responsable de Trabajo y Políticas Sociales), Enrico Giovannini, dijo que “con ITA nace una nueva aerolínea italiana con importantes perspectivas de desarrollo, que podrá competir en el mercado nacional e internacional (…) ITA –continuó Giovannini– podrá ofrecer respuestas a las nuevas necesidades del transporte aéreo en una perspectiva cada vez más intermodal, integrada con transporte ferroviario, prestando atención a los principios del desarrollo sostenible, con miras a la innovación y la digitalización, en línea con los principios europeos (…)”.
El funcionario enfatizó que el sector está experimentando una fuerte evolución desde el punto de vista de las innovaciones tecnológicas, por lo que la nueva empresa “podrá aprovechar las transformaciones y oportunidades presentes y futuras.
El período de transición estaría a cargo del Ministerio de Desarrollo Económico, actualmente liderado por Giancarlo Giorgetti (Liga el Norte), que viene trabajando en los marcos legales desde hace más de un año.
En la supervisión del período de administración extraordinaria que acaba de comenzar para Alitalia y la incipiente ITA, el ministerio trabajará en coordinación con el Ministerio de Trabajo, a los efectos de establecer políticas que acompañen a los trabajadores, lo cual significa que la nueva aerolínea nacerá aliviada del peso que impedía que la Alitalia de la prepandemia fuera competitiva.
Según el plan de la nueva empresa, ITA contrataría 2.800 empleados de Alitalia para lo que queda de 2021 y unos 5750 que se incorporarían, si la recuperación lo permite, en 2022, lo cual dejaría fuera de la nueva compañía a un mínimo de 2.000 empleados.
En Italia ya se levantan voces contra el acuerdo. Entre ellas las del presidente interino de la Región de Lazio, Esterino Montino (Partido Democrático de centro izquierda), donde tiene su sede Alitalia, quien desconfía que ITA sea la solución para salvar Alitalia. “El Gobierno y el presidente del Consejo de Ministros prefirieron una aerolínea diminuta, rebajada, sin perspectivas y quizás lista para ser vendida a alguna empresa (…)”. El presidente interino de Lazio, estima que al final del proceso quedarán fuera de la compañía entre 7 y 9 mil empleados.
El complejo acuerdo contemplaría, entre otras cosas, que ITA tenga menos slots en Fiumicino y Linati, pero estos no serían los únicos desprendimientos de Alitalia para convertirse en ITA.
En principio los sindicatos Filt-Cgil, Fit-Cisl, Uiltrasporti y Ugl Transport Aereo han fueron a la huelga el pasado 5 de julio. La protesta afectó a Alitalia y a las demás aerolíneas que operan en Fiumicino.
Filt Cgil, ha declarado que espera un muy difícil otoño a la luz de lo que se está haciendo con Alitalia.
“Hay grandes disputas –explica el secretario nacional de FILT CGIL Fabrizio Cuscito– como las de Alitalia y Air Italy, donde evitamos 1.450 despidos hace unos días pero también hay crisis en los aeropuertos de actividades de handling y catering, vinculadas a empresas”. Cuscito aseguró, que se luchará para que no haya ningún despido.
Para los sindicatos (Filt Cgil Fit Cisl, Uiltrasporti y Ugl Trasporti Aereo) que representan a distintos sectores de los trabajadores en las aerolíneas, la protesta del 5 de julio fue “en defensa de los trabajadores de Alitalia y Air Italy, pero también de Blue Panorama y Air Dolomiti, Neos, Norwegian y Ernest en liquidación y los low cost EasyJet, Ryan Air / Malta Air, Wizz Air, Vueling y Volotea y todas las aerolíneas extranjeras con base y empleados en nuestro país, de las empresas de gestión, handling y catering de aeropuertos y de todos los trabajadores estacionales y precarios del sector ”.
A lo largo de la historia Alitalia ha intentado sin éxito decenas de fórmulas en la búsqueda de la rentabilidad, pero sólo en contadas circunstancias y por hechos casi fortuitos ha logrado balances equilibrados. La apertura a capitales, alianzas, intentos de privatización, entre otras estrategias fracasaron rotundamente, como bien lo ha explicado el experto Pablo Luciano Potenze en varios artículos publicados en “La Gaceta Aeronáutica”.
“Pero, a pesar de la necesidad objetiva de transporte aéreo del país (por sus condiciones turísticas y económicas), las aerolíneas italianas no prosperan. El Estado tiene una, pero no sabe qué hacer con ella; los capitales privados italianos no logran poner en marcha empresas sólidas, los capitales extranjeros hacen inversiones que no fructifican y, aunque parezca increíble, no hay ninguna low cost italiana de envergadura”, dice Potenze en esos imprescindibles artículos que trazan el notable paralelo que existe entre la historia de Alitalia y la de Aerolíneas Argentinas.