No es frecuente que Aeromarket incursione en la aviación militar, pero las numerosas consultas que llegan a nuestra mesa de trabajo por el reciente accidente del A400M, en Sevilla, España, nos convocan a informar con la prudencia que nos ha caracterizado. Además, al ser Airbus la empresa involucrada en el proyecto, hacen necesarias algunas reflexiones.
En primer lugar diremos que han sido muy oportunas las declaraciones del ministro de Defensa español, Pedro Morenés, quien solicitó que no se haga del accidente “un análisis sobre la credibilidad de Airbus”, a la vez que reclamó la más cristalina, pormenorizada y en lo posible rápida investigación de lo sucedido, para luego agregar que es importantísimo saber si el accidente “obedeció a un elemento aislado o si podría afectar al resto de los aviones o al proyecto en sí”. En el mientras tanto, Alemania e Inglaterra han suspendido los vuelos de las aeronaves que tienen en sus fuerzas armadas.
El proyecto
El A400M surge ante la voluntad política de Europa de contar con una aeronave propia de transporte militar de largo alcance que también cumpliera la función de avión cisterna. En pocas palabras, los europeos decidieron construir un avión que fuera una versión moderna del Hércules C130, su propia versión.
Prácticamente todo el avión se ha construido con componentes europeos, incluyendo los polémicos motores, procesadores y software.
El proyecto surgido de las necesidades que vislumbraban los políticos, tuvo muchas idas y venidas políticas y su desarrollo llegó a ser un dolor de cabeza para la corporación Airbus.
Al principio, allá por 1982, el proyecto se llamó Future International Military Airlifter (Futuro Transporte Aéreo Internacional), y convocó a Aérospatiales, British Aerospace (BAe), Lockheed y Messerschmitt-Bölkow-Blohm (MMBB). Lockeed abandonó el grupo a los pocos años por lo que se supuso fueron complicaciones políticas y se incorporaron la italiana Alenia y los españoles de CASA, para entonces el nombre del proyecto fue Euroflag.
Luego del lanzamiento de la iniciativa varios países se sumaron y abandonaron alternativamente la intención de comprar la aeronave, se llegaron a sumar unas 220 ventas para finalmente estabilizarse, por decirlo de alguna manera, en 174, con 12 entregas cumplimentadas hasta la fecha.
Los motores
Una de las discusiones más serias del proyecto se dio en el proceso de selección de los motores que impulsaría a la aeronave. En un principio todo indicaba que la decisión favorecería a Pratt & Whitney Canada, pero posteriores presiones torcieron la decisión para optar por EuroProp Internacional. Los primeros habrían sido los que mejores condiciones técnicas ofrecían, además de tener un costo menor.
La política
La discusión política en el seno del proyecto fue una constante, las consecuencias de esas idas y venidas que también se potenciaban con los problemas de financiamiento en medio de la crisis global de fines de la década pasada, generaron demoras, al punto de provocar que por sus propias urgencias la Royal Air Force tuviera que adquirir por sistema leasing, el C-17 norteamericano hasta tanto se definiera cuándo entraría en servicio el A400M.
Entre los compradores más recientes figuraron Sudáfrica y Chile, pero ambos desistieron ante las demoras y cuestionamientos del proyecto.
En muchas oportunidades el mercado pensó que el desarrollo de la aeronave sería abortado, pero ya trabajaban en él miles de personas, se habían consumido aportes significativos de los países impulsores y había compromisos con compradores. Por lo que se siguió adelante con lo que eso significa en términos de mayores esfuerzos.
Ensamblado final
En 2006 el A400M comenzó a ser ensamblado en Sevilla, por decisión de EADS y en 2008 se produjo la presentación de la aeronave en esa misma ciudad. El “roll-out” estuvo encabezado por el Rey de España, don Juan Carlos I, quien años después, en 2012, volaría en el avión.
Con un retraso de más de tres años el primer vuelo del A400M fue realizado el 11 de diciembre de 2009, y la primera entrega fue para la Fuerza Aérea Francesa, el 1º de agosto de 2013.
El accidente
El pasado sábado 9, el avión número 23 de la producción total realizada hasta el momento, finalmente llamó la atención mundial al sufrir un accidente. Se trataba de una aeronave que sería entregada a la Fuerza Aérea Turca. Lo extraño del hecho se basa en datos técnicos, ya que el avión descendió bruscamente unos 1700 metros, para aterrizar a unos 1.500 metros de la pista del aeropuerto de Sevilla, sobre un campo sembrado. El aterrizaje de emergencia tal vez no hubiera sido tan grave sin no fuera porque el avión se incendió al golpear contra una torre de la red eléctrica, lo que causó la muerte de cuatro personas y heridas graves a otras dos, para finalmente terminar en la primera plana de los diarios.
La información consigna que el avión había despegado pocos minutos antes, por lo que se especula que una falla técnica sería la causa del aterrizaje de emergencia que terminó en tragedia. Hay que recordar que el A400M es una aeronave que cuenta con cuatro motores y que los pilotos tenían una experiencia muy importante en esa aeronave y en otras muchas que volaron a lo largo de una dilatada carrera profesional.
Ahora se espera que las información de los registros de vuelos, las últimas comunicaciones de los pilotos con el control de tránsito y el testimonio de los sobrevivientes, permitan llegar a una idea preliminar sobre lo ocurrido en un plazo no muy largo.
Por el momento las aeronaves del Reino Unido y Francia permanecerán en tierra hasta que la investigación confirme que la aeronave es segura, sin embargo Airbus anunció que los vuelos de prueba del avión continuarán según el cronograma establecido oportunamente, a menos que surjan indicios claros que obliguen a tomar otra determinación.
Las últimas decisiones empresariales
Airbus había tomado una decisión importante hace unas semanas: centralizar en Sevilla toda la gestión operativa del A400M que había estado dividida entre las plantas que la compañía tiene en Toulouse y Hamburgo. También, había decidido incorporar ingenieros y técnicos para avanzar con más rapidez en la construcción del avión. Esa era la respuesta ante la preocupación de los clientes ante las necesidades que venían postergando. Ahora todo ha quedado en suspenso.
La aeronave
El A400M es una aeronave diseñada con el objetivo de equipar a las fuerzas armadas de un transporte para operar en un teatro de operaciones moderno. El concepto fue el de construir una única aeronave que supliera el uso de más de un modelo de avión.
El avión, con un fuselaje de 5,64 m, presenta un ancho similar al de un A330/A340, con un espacio utilizable de 4 m. Su largo, alcanza los 17.71 m. Cuenta con una capacidad de “carga de pago” de 37 toneladas y un volumen de 340 metros cúbicos. Puede cargar vehículos terrestres como grandes camiones, junto a un helicóptero Chinook, dos blindados pesados, botes de rescate, excavadoras, etc. También puede transportar 116 soldados o paracaidistas.
El alcance del A400M llega hasta los 8.700 km, volando a 37.000 pies, a una velocidad de Mach .72, bastante cerca de la de una aeronave propulsada por turbofans. En operaciones especiales, la aeronave puede volar con altitudes de hasta 40.000 pies.
El transporte diseñado por Airbus está pensado para operar en pistas precarias, sus motores turbohélices Europrop EPI TP400, presentan ventajas sobre los jets en materia de ingestión de objetos y su tren de aterrizajes de 12 ruedas amplia la posibilidad de usar la aeronave en superficies con pedregullo, arena, etc.
El aterrizaje para entregar unas 25 toneladas de equipos a una distancia de 930 km, puede realizarse en 750 metros, algo relevante tanto para operaciones militares en conflictos bélicos como de asistencia en desastres naturales.
Como puede observarse, el avión ha sido diseñado tomando los principales desafíos para las fuerzas armadas modernas. Sin embargo, ahora se abre, interrogantes serios, por lo que será imperioso establecer si tan ambicioso objetivo se ha logrado sin descuidar la seguridad; como así también, si la inversión realizada es razonable. Para la primera respuesta está la marca Airbus avalando su calidad, lo cual no es un dato menor; para la segunda no habrá respuesta hasta que en algún momento se evalúe la cantidad de aeronaves vendidas, lo cual también está íntimamente ligado a los resultados de la investigación del accidente del pasado sábado 9 de mayo.
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