A un año del misterio del MH370

Se cumple un año desde que el Boeing 777, de Malaysian Airlines, con 239 pasajeros y tripulantes a bordo, desapareciera sin dejar rastros. La aeronave volaba de Kuala Lumpur a Beijin, pero su transponder dejó subrepticiamente de emitir señales y desapareció de la pantalla del radar primario del control de tránsito aéreo que monitoreaba su ubicación. A partir de ese momento, según se habría reconstruído con la asistencia de otros controles, el vuelo cambió inexplicablemente de rumbo, descendió  y se perdió en el Índico.

La pérdida de contacto desató una verdadera pesquisa que involucró a los servicios de búsqueda y rescate de la aviación civil de varios países, como así también fuerzas armadas, investigadores policiales, servicios de inteligencia, medios de comunicación y todo tipo de tecnologías. Incluso, hasta se convocó a un voluntariado cibernético para explorar el mar y la tierra desde los recursos satelitales que están disponibles en la web.

Decenas de versiones surgieron desde los más recónditos ricones del mundo. Especulaciones sobre secuestros, suicidios, sabotajes y conspiraciones, alimentaron el interés de la opinión pública mundial, como así también la aflicción de los familiares de los pasajeros a bordo; pero hasta hoy nada pudo saberse concretamente sobre el misterioso avión que se esfumó.

“Si no hay restos, no hay accidente”, dicen algunos teóricos imprecisamente. “Se perdió en el mar en una zona prácticamente inaccesible”, dicen otros que conocen de corrientes oceánicas y dificultades para explorar en el mar. Pero el enigma se mantiene y miles de dólares siguen gastándose en una búsqueda que nada ha permitido establecer sobre lo ocurrido aunque haya dejado muchas enseñanzas para el futuro.

Sucede, que aprendemos de nuestros errores y de las situaciones que se viven, de eso que llamamos “experiencia”. Por ejemplo, el triste caso del MH370 ha despertado el interés por mejorar el monitoreo de las aeronaves. Para ello se realizaron varias reuniones internacionales que buscan una más eficiente forma de mantener bajo observación en tiempo real a todos los vuelos (ver nota en esta edición de Aeromarket). Se mejoró la técnica para buscar diversos objetos en el lecho marino y se exploró el mismo con un detalle tan importante que permitió descubrir nuevas fosas oceánicas. El mayor conocimiento de la topografía marina ha redundado en una mejor comprensión de las corrientes y sus consecuencias, lo cual podría ser beneficioso para predecir y/o contrarestar los efectos de devastadores de tsunamis y el desplazamiento de embarcaciones a la deriva u otros objetos a merced de las agitadas aguas del mar. La ciencia, ha podido, en el afán por contribuir en la búsqueda del MH370, observar con más detenimiento algunos fenómenos geológicos significativos tales como el desplazamiento de la corteza terrestre y las consecuencias que ello podría esconder. Así, a partir de una tragedia, se aprendió. Sin embargo, lo único que no se ha concretado es la aparición de algún indicio sobre lo que pasó con el vuelo malasio desaparecido cuando se dirigía a China.

En la historia de la aviación no hay muchos antecedentes de un caso como el del MH370. Son cientos de miles las horas que se vuelan en todas partes y lo único que se puede inferir de la experiencia recogida es que las aeronaves serán cada vez más seguras y confiables, y que cada error o tragedia enseña mejorar. En el caso de los acongojados familiares del avión malasio desaparecido en el mar, como de aquellos que sufrieron pérdidas en otro accidente de Malaysian que fue brutalmente derrivado en Ucrania, en medio de una disputa por Crimea, pocas semanas después, lo aprendido no proveerá consuelo alguno y eso es fácil de entender con total empatía. Pero la experiencia queda, está ahí y al menos será útil para construir un futuro mejor.

Te interesará

Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.

AeroMarket - Noticias Aeronáuticas e Interés General. Copyright © 2018 Todos los Derechos Reservados.
Quiénes Somos       Contacto

Diseño y Desarrollo Web - Emiliano Gioia