A la espera de la política aeronáutica

Editorial de Aeromarket 206, febrero de 2016.

El Gobierno del Ing. Mauricio Macri lleva casi dos meses en funciones y está trabajando con un ritmo muy interesante para lo que sin dudas es un enorme desafío. La ciudadanía más o menos informada sabe que los problemas a resolver son enormes y que es una cualidad indispensable de un administrador fijar prioridades, sobre todo cuando los recursos son más que escasos, al punto de ser una de las más inmediatas necesidades el generar ingresos o, lo que es más difícil y sano, atraer inversiones para desarrollar el enorme potencial del país.

No obstante lo admitido anteriormente, desde la actividad que es motivo de nuestra constante búsqueda de información y análisis, la aviación civil, existe una cierta inquietud por la incertidumbre de no saber cuál será el rumbo del Gobierno para el sector.

Desde Aeromarket hemos procurado obtener información de las autoridades y del denominado “think tank” del partido del Presidente, esto es la Fundación Pensar, para conocer algún plan referido a la política de Transporte que implementará el Ing. Macri a través del ministro Guillermo Dietrich, ya que la aviación civil, dirigida por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), continuará dentro de la órbita de ese ministerio.

Hasta ahora no se puede discernir cuál ha de ser la política para el transporte terrestre, marítimo, fluvial o aéreo y cómo se ensamblará uno con otro conforme a las necesidades que la gestión ha percibido antes de hacerse cargo, es decir, cuando tomó la decisión de competir para alcanzar la máxima responsabilidad de gobierno.

Sabemos que el Ing. Juan Pedro Irigoin, titular de la ANAC, es un administrador profesional que está trabajando intensamente por conocer los problemas de la aviación civil para asignar las prioridades de su gestión e incluso conocemos algunas decisiones que ha tomado. También que el señor Martín Rodríguez, es su Jefe de Gabinete y que al día de cierre de la presente edición de Aeromarket (1º de febrero de 2016) sólo han sido confirmados el Director de Seguridad Operacional y el de la Dirección General, Legal, Técnica y Administrativa. Pero carecemos de información concreta que aliente a un sector que a lo largo de demasiado tiempo no sólo ha sido huérfano de una política definida para su desarrollo, sino que ha sufrido la ignorancia de quienes lo condujeron.

Una de las preocupaciones que comienzan a surgir en el ambiente aeronáutico es la falta de profesionales con experiencia de vuelo en lugares sensibles de la ANAC. No se trata de nombrar en direcciones a pilotos o ex pilotos por que sí, sino de tener en ciertos puestos claves a personas que puedan aplicar una sólida experiencia profesional, proveer una visión integral de lo que significa operar aeronaves, conozcan la realidad de la infraestructura nacional, tengan un diagnóstico de los grandes problemas de la aviación general, una clara comprensión de las trabas que soporta la actividad privada aeronáutica y, además, posean cierta formación académica complementaria, a los efectos de observar los problemas con un criterio amplio y sistemático que le permita su inserción en un equipo de trabajo multidisciplinario que implemente y/o adapte las mejores soluciones que, en el caso de la aviación, suelen ser las que se adoptan en los países que crecen.

Es notorio que el Ing. Macri se ha inclinado por consolidar un equipo de gobierno con un marcado perfil gerencial y que esa impronta ha llegado a la aviación civil, lo cual es en sí misma una decisión que habilitaría a realizar una lectura positiva sobre la orientación de la gestión que podría desarrollarse en un organismo técnico de las características de la ANAC. Ahora, lo que sería de esperar, es que muy pronto se termine el relevamiento de los recursos humanos que hereda el administrador nacional y se ubique a los mejores —dentro de lo disponible en planta a fin de no abultar la nómina— para que comiencen a observarse los primeros cambios en varios aspectos esenciales de la aviación general, comercial y deportiva.

Lo que todos esperamos es el éxito de los responsable de la administración de la aviación civil y que sea quien fuere el funcionario que asume un cargo dentro del organismo, tenga en claro que está para servir al conjunto y que sus méritos en la función, medidos en la calidad de lo que brinda y logra, sean la razón de su progreso y crecimiento profesional.

Esta editorial se escribió antes de los nombramientos de hoy, 4 de febrero de 2016. Las inquietudes persisten.
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