Aerochaco y LAER

La aviación de pequeño formato en la Argentina • Por Pablo Luciano Potenze*

Aerochaco y LAER fueron las empresas provinciales que duraron más, porque tuvieron mejor forma empresaria y por eso fue difícil liquidarlas. Al mismo tiempo fueron las que más perdieron históricamente y mostraron, por décadas, el empecinamiento de sus provincias de hacer una suerte de “Fly the flag” a la criolla.

Aerochaco

Nació como consecuencia de la apertura de 1956 con la forma de una sociedad mixta entre la provincia del Chaco (99%) y el Aero Club Chaco (1%), pero en la práctica funcionó como empresa provincial subsidiada. En esa época la red vial chaqueña era muy deficitaria y Aerochaco cumplió con la función de vincular las principales ciudades del interior con Resistencia. La infraestructura aeronáutica era mala, pero se logró un resultado de acuerdo con lo esperado usando aviones DHC-2 Beaver, un monomotor decididamente rudo, con características STOL y capacidad para 6/7 pasajeros.

El resultado económico de los primeros años fue ajustado, recibiendo algunos subsidios federales.

En ese momento Resistencia tenía 84.000 habitantes, y las ciudades destino oscilaban entre 14.000 y 4.000. Después agregó vuelos a localidades de Formosa.

Rutas operadas por Aerochaco en sus primeros tiempos.

El resultado económico de los primeros años fue ajustado, recibiendo algunos subsidios federales.

Pero a medida en que avanzaban los años sesenta la población empezó a motorizarse, mejoraron las rutas y también los servicios de autobuses, por lo que la demanda de pasajes aéreos al interior de la provincia cayó. Hubiera sido un buen momento para cerrar el proyecto provincial, pero la empresa buscó compensar ofreciendo servicios que iban más allá de sus fronteras, abandonando todas las escalas chaqueñas. En 1967 comenzó a volar a Misiones y Formosa, extendiéndose luego al norte de Santa Fe y Córdoba, apuntando a ciudades más pobladas, pero sin lograr con esto mejorar sus resultados. En 1968 su coeficiente de ocupación fue del 19,8%. Sin duda, los Beaver no eran los aviones adecuados para este empeño.

Twin Otter de Aerochaco. Foto: Marcelo Miranda.

Para enfrentar la cuestión, en 1969 la provincia compró dos De Havilland Canada DHC-6 Twin Otter, un bimotor de tren fijo para unos quince pasajeros, y planteó unir Resistencia con las ciudades importantes del norte argentino, para lo que se contó con el apoyo económico de Misiones y Formosa, y el Estado Nacional. Nuevamente los aviones no eran los adecuados para ese servicio, y tampoco tuvo éxito. En 1972, el Estado debió cubrir el 80,51 % de sus egresos y los años siguientes fueron de altibajos.

Nuevamente el Chaco buscó adecuar la flota, para lo que, después de muchas vueltas y ofertas, en 1978, se compraron dos Fairchild-Hiller FH-227B, usados, para 44 pasajeros, con los que el servicio mejoró objetivamente. Pero este ambicioso programa, que subvencionaban el Estado nacional, las provincias de Santa Fe, Misiones, Formosa y el Chaco, no pudo seguir adelante a partir de agosto de 1979, cuando uno de los nuevos aviones se accidentó, tras lo cual se perdió la regularidad y el 1° de enero de 1982 se suspendió totalmente la actividad.

En junio volvió a operar con un avión, y las pérdidas volvieron. Tras una serie de indecisiones (y cancelaciones de vuelos), la provincia del Chaco buscó entonces hacer una sociedad con otras provincias norteñas …

En junio volvió a operar con un avión, y las pérdidas volvieron. Tras una serie de indecisiones (y cancelaciones de vuelos), la provincia del Chaco buscó entonces hacer una sociedad con otras provincias norteñas y, en octubre de 1984 se constituyó ALFA, Aerolínea Federal Argentina, formada por los gobiernos de Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, San Juan, Tucumán y la Municipalidad de San Rafael. Córdoba y Entre Ríos no estuvieron en el primer momento, y Santa Fe anunció su intención de unirse al proyecto pero luego optó por establecer líneas por su cuenta. Por supuesto, los conflictos entre los socios fueron muchos.

La nueva empresa finalmente empezó a volar, en agosto de 1985, con los FH-227 que habían sido de Aerochaco en la ruta Resistencia-Córdoba-Villa Dolores-Córdoba-Santa Fe con tres frecuencias semanales. En diciembre los servicios se extendieron a Asunción del Paraguay, pero se suspendieron muy poco después.

Fairchild Hiller FH-227 de ALFA en Villa Dolores.

ALFA tuvo muchos problemas, pero, quizás, el fundamental fue que sus propios socios no creían en ella, y a pesar de su intención declarada de ser una organización interprovincial nunca dejó de ser una cuestión chaqueña. A la escisión de los santafecinos pronto siguió la de la provincia de Entre Ríos, que en julio de 1986 lanzó su aerolínea independiente, y Córdoba realizó estudios para hacer lo propio a principios del mismo año. Curiosamente estas provincias siguieron formando parte del consorcio.

Los aviones estaban en mal estado, lo que bajaba su confiabilidad y encarecía su operación, por lo que a principios de 1987 se alquiló un SAAB SF-340 con tripulación a la provincia de Entre Ríos, que también tenía problemas con su línea.

Pero las cosas no mejoraron, se atrasaron los pagos y comenzaron los conflictos gremiales que luego de diversas alternativas llevaron a la empresa a un proceso de suspensión y reanudación de servicios que culminó el 1990 con el cese total de las operaciones. En noviembre de 1991 la provincia decidió venderla parcialmente, pero la licitación fracasó, y hubo un intento en 1992 que fue impedido por la justicia ante las deudas con el personal. Sin una solución a la vista, en abril de 1993 el gobierno chaqueño resolvió disolver Aerochaco y comenzó los pasos necesarios para su desaparición formal. Suspendió sus servicios el 14 de marzo de 1988.

Interior de un FH-227 de ALFA.

En 1994 se llamó a licitación para privatizar lo que quedaba (dos FH-227 en muy mal estado, automotores, inmuebles, talleres, repuestos, herramientas, una turbina, concesiones de rutas y de uso de instalaciones en el aeropuerto de Resistencia, siendo adjudicada a Emprendimientos Aéreos SA, una sociedad chilena con socios argentinos, norteamericanos y paraguayos, que usaba el nombre comercial de ALTA (Asociación Latinoamericana de Transportes Aéreos).

ALTA abandonó todo lo que tuviera que ver con Aerochaco, salvo la parte del personal que estaba obligada a mantener, se equipó con aviones Beechcraft 1900C e inició un agresivo plan de expansión en el norte del país con seis aviones, 45 pilotos y 150 empleados …

ALTA

ALTA abandonó todo lo que tuviera que ver con Aerochaco, salvo la parte del personal que estaba obligada a mantener, se equipó con aviones Beechcraft 1900C e inició un agresivo plan de expansión en el norte del país con seis aviones, 45 pilotos y 150 empleados, una estructura demasiado grande para las posibilidades de su mercado, que le acarreó los problemas inevitables. Los servicios se cancelaron definitivamente el 13 de agosto de 1998.

 

Beechcraft 1900 de ALTA. Foto: Marcelo W. Miranda.

LAER

En 1986, cuando una gran huelga de pilotos paralizó la actividad de Aerolíneas Argentinas, la provincia de Entre Ríos—que formaba parte de ALFA— comenzó a hacer vuelos entre Paraná y Buenos Aires con sus Dinfia G-II.

El Dinfia G-II fue el primer avión de LAER.

Con el entusiasmo del lanzamiento, pronto hubo presupuesto para tomar en leasing un SAAB SF-340A, pero la máquina estaba sobredimensionada para los requerimientos de la organización, por lo que se buscó darle un uso adicional alquilándola a ALFA.

El SAAB SF-340 de LAER, que fue alquilado a ALFA, visto en Aeroparque.

En agosto de 1988 un decreto provincial creó Líneas Aéreas Entre Ríos sociedad del Estado como ente autárquico, pero la crisis económica nacional que se generó en el invierno de 1989 llevó a la devolución del SAAB SF-340, para continuar operando con los dos IA-50 GII de la gobernación. La crisis pasó y en noviembre de 1992 se incorporaron dos BAe Jetstream 31.

BAe Jetstream 31 de LAER.

Siguiendo las tendencias del gobierno federal, en septiembre de 1993 se resolvió la privatización del 90% de LAER, en febrero de 1994 salió a licitación y, luego de las inevitables prórrogas, fue adjudicada al grupo Salero II, que tomó posesión el 1º de junio de 1995.

Pero dos días después un Cessna 402 de LAER se estrelló tras despegar de Aeroparque, muriendo en el accidente el presidente de la recién privatizada empresa. En agosto el Senado Provincial anuló la licitación por irregularidades en su tramitación y se volvió a fojas cero. LAER fue intervenida y  hubo tres intentos de privatización que fracasaron pero la provincia la sostuvo y en abril de 1998 incorporó un ATR-42/300 y un año después añadió otra máquina similar.

ATR-42 de LAER.

Lo que vino después fue delirante. LAER compró en 2001 un Fokker F-28 VIP de presidencia y lo envió a Holanda para hacerle diversos trabajos que se retrasaron por falta de pago. El avión volvió a la Argentina en enero de 2002, en plena crisis, pero no se lo pudo poner en servicio por problemas administrativos. El resto de las máquinas salieron de servicio por lo que se contrató con Cata la operación de algunos vuelos entre Paraná y Aeroparque, que se cancelarían pronto por falta de pago.

El Fokker de LAER que terminó operando American Falcon.

Siguió la cesación total de pagos, conflictos gremiales y denuncias varias. En 2003 LADE hizo algunos vuelos entre Paraná y Buenos Aires, que se suspendieron pronto. Después la posta la tomó AeroVip, pero también duró poco. Finalmente se llegó a un acuerdo con American Falcon que, el 29 de julio de 2003, comenzó a volar, con el Fokker, la ruta Aeroparque-Paraná con una frecuencia diaria y subsidios. Se volvió a hablar de una privatización, pero los vuelos se suspendieron a fines de febrero de 2004, con deudas y “litigios por doquier”. El Fokker se revendió a la Fuerza Aérea.

Hubo todo tipo de incidentes y personajes. Entre 2006 y 2007 se hicieron vuelos fletados operados por Regional Argentina, Baires Fly y Macair. LAER perdió su certificado de operador CESA, y nunca lo recuperaría, con lo que quedó imposibilitada de operar por sí.

A partir de entonces la empresa fue una cáscara hueca, que de vez en cuando, subcontrataba algunos vuelos. Dejó de operar definitivamente en el verano de 2014, cuando Aerolíneas/Austral, después de años, volvió a volar a Paraná. Estaba claro que los motivos que habían justificado su fundación habían desaparecido, pero el gobierno entrerriano siguió cubriendo parcialmente sus gastos, fundamentalmente de personal.

LAER fue liquidada definitivamente en diciembre de 2020.

 Aerochaco hoy

Aerolochaco no desapareció formalmente. En 2008 el gobierno provincial resolvió resucitarla, algo imposible porque no quedaba material ni personal calificado, pero el ansia del “fly the flag” provincial pudo más; se creó un fideicomiso y se recurrió a Macair, que le vendió horas de vuelo de sus Jetstream, que volaron a Presidencia Roque Sáenz Peña, Córdoba y Villa María con muy poca demanda. Como si esto no bastara, también se usó un MD-87 (que era de Leal Líneas Aéreas), que voló a Buenos Aires. Las rutas se fueron levantando, la última en 2013. En 2016 se presentó a liquidación judicial, trámite que sigue su curso.

 

*Pablo L. Potenze es autor de “Aviación Comercial Argentina” (Ediciones El Cronista, 1987) y otros libros sobre aviación comercial.
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