El futuro tiene buenas noticias

Lo peor ya habría pasado, el futuro se presenta promisorio para quienes tienen vocación aeronáutica. (Lectura 7:20)

La noticia se hizo viral: un piloto altamente calificado, que volaba un A380 en Qantas, trabajaba como chofer de ómnibus urbano.

No hay dudas de que el escalofrío recorrió las espaldas de miles de pilotos despedidos o suspendidos de sus puestos en las aerolíneas, sin embargo hay un horizonte más allá de la coyuntura que conviene considerar.

La historia recogía la situación de dos pilotos que necesitaban ingresos para sostener sus hogares luego de que la aerolínea en la que prestaban servicios se vio obligada a reducir al mínimo su actividad.

 

 

Peter Cairns y Peter Probert, son los profesionales que viven las derivaciones traumáticas de la pandemia. Carins, además, fue quien comandó el vuelo que llevó el primer A380 de la compañía de la fábrica en Europa, a Sydney, y también quien tuvo la triste misión de trasladarlo al desierto de Mojave, en California, cuando la aerolínea decidió retirar la aeronave.

Hoy el Servicio Público de Transporte de Sydney dio trabajo a los comandantes del A380 como choferes ante la impensada situación que viven. Lo ejemplar de la crónica es que, al decir de los propios actores, los pilotos asumen su responsabilidad como padres de familia con entereza y honradez. Sin lugar a dudas su testimonio es un ejemplo que muestra su carácter de aviadores experimentados.

 

Noticias alentadoras

Los acontecimientos aeronáuticos no terminan en una valiosa y valerosa crónica de dos pilotos despedidos, ya que esta misma semana la información permite ver que el futuro no es tan sombrío como llegó a suponerse y que hay luces positivas por delante.

Una de las noticias más esperanzadoras es que el avance de las vacunas contra el COVID-19 impulsaron las bolsas de valores. Razonablemente subieron las acciones de los laboratorios más avanzados en las investigaciones, pero también, asociado a un nuevo horizonte, se incrementó el valor de las aerolíneas y sus papeles treparon en los mercados.

En las últimas semanas tanto las aerolíneas como las organizaciones que las reúnen y representan ante los gobiernos, demostraron que los riesgos de contagio en las aeronaves es mínimo, pero ahora hay un dato más, las personas podrán tener una defensa contra la enfermedad.

Los datos llevaron a reconsiderar la situación y los inversores actuaron. En Londres, por ejemplo, Easyjet subió un 30%; IAG, un 38,75% y Ryanair incrementó el valor de sus acciones en 16,16%. Jet2 vio cómo las acciones aumentaron un 34,1% y Wizz Air subió el 15,4%. Está claro que los mercados están sensibles y volátiles. Pero la tendencia parece afirmarse.

 

Prónosticos positivos

CAE es una empresa tecnológica que elabora soluciones de capacitación y soporte operativo para la aviación civil, defensa, seguridad y atención médica. Hace unos días publicó una investigación de mercado que muestra buenas perspectivas para el sector aeronáutico y los profesionales que se emplean –y emplearán– en él.

El informe de CAE parte de la crisis actual y toma el 66% de caída en términos de ingresos, considerando el parámetro pasajero-kilómetro (RPK) para luego pronosticar un repunte del 75% interanual en 2021. Luego estima una tasa de crecimiento anual compuesta del 15% para el siguiente cuatrienio (2021-2025), y aclara que las perspectivas de la aviación comercial a largo plazo son positivas.

 

Aviación comercial

Tras una caída del 27% en el número de ciclos en 2020 interanual (enero-agosto), los mercados de la aviación comercial han mostrado signos de mejora, especialmente en América del Norte. Las previsiones indican un rebote del 37% en 2021 interanual y, posteriormente, una tasa compuesta anual del 4,7% durante el siguiente período de cuatro años (2021-2025).

CAE dice que el impulso positivo alcanzará también a otras regiones del planeta.

En cuanto a la demanda de pilotos el estudio prevé que la industria de la aviación civil requerirá 264.000 nuevos pilotos en los próximos 10 años y atribuye la necesidad a la jubilación y el desgaste basados ​​en la edad de miles de profesionales, y el crecimiento de la flota, que estima crecerá en la próxima década en alrededor de 11.000 aviones comerciales y de negocios.

En la actualidad, los pilotos de más de 50 años representan el 38% del total de aviadores de la industria en la aviación civil. Los datos estarían llevando a que las aerolíneas y los operadores piensen el futuro de la formación de nuevos profesionales. “El porcentaje de pilotos mayores de 50 años va en aumento (…) esta edad representa una tasa desproporcionadamente alta. A medida que los pilotos experimentados se jubilen, se generará una reacción en cadena de nuevas contrataciones” dice la investigación de CAE.

La ponderación de datos indican que alrededor del 3.8% de los pilotos comerciales se jubilarán o dejarán la profesión cada año durante los próximos 10 años, creando la necesidad de 126.000 nuevos pilotos.

En cuanto a nuevos aviones, se espera que la flota comercial activa crezca en decenas de miles de aeronaves de 2021 a 2029. Esto impulsará la necesidad de casi 100.000 nuevos pilotos de aerolíneas y 4.000 de aviones de negocios durante los próximos 10 años.

Un dato importante es que los mercados nacionales comenzaron a liderar el camino en la demanda de pasajeros a medida que más países comenzaron a relajar las restricciones de viaje dentro de sus fronteras.

A nivel internacional, los viajes aéreos mostraron signos de crecimiento a medida que se levantaron las restricciones. Si bien ahora hay una segunda ola de contagios en diversas regiones, hoy se sabe más sobre los procedimientos para volar con la mayor seguridad, además, con la creciente inoculación de las personas se restaurará el flujo de viajeros. En otras palabras, la experiencia acumulada y la innovación habilitan el optimismo.

Es cierto que la demanda de pilotos activos ha disminuido significativamente durante 2020, el análisis muestra que la población de pilotos activos volverá a los niveles de 2019 entre 2022/23, pero las proyecciones llevan a concluir que es muy probable que lo peor esté quedando atrás y que el futuro plantea nuevos desafíos, pero con crecimiento.

“La industria está experimentando un cambio de rumbo inesperado y enfrenta retos sin precedentes, lo que nos lleva a reconsiderar cómo podemos desarrollar y entrenar mejores pilotos”, dice CAE. “De alguna manera, este desafío no es nuevo. Incluso antes de la pandemia, las aerolíneas hicieron preguntas difíciles sobre los enfoques tradicionales para reclutar, capacitar y desarrollar a su gente. Ahora es el momento de que los operadores reconsideren la forma en que crean y capacitan a los pilotos abordando de manera efectiva las necesidades actuales como los requisitos del futuro”, afirma la empresa tecnológica experta en capacitación.

 

 

 

 

 

 

 

 

Entre las recomendaciones que brinda CAE, está el aprovisionamiento de instructores que ya era un problema antes de COVID-19. A medida que el crecimiento vuelva a la industria, la disponibilidad de instructores de alta calidad representará un desafío en los próximos años. Para satisfacer esta necesidad crítica, las organizaciones de capacitación pueden aliviar el estrés de contratar, capacitar y retener instructores.

Como se puede observar, las noticias de cara al futuro prometen que la actividad regresará y que la aviación tendrá un futuro muy interesante. En el contexto de mercados abiertos la creatividad empresaria presentará opciones que hoy son inimaginables en materia de desarrollo aeronáutico.

No hay dudas de que hay que pasar el mal momento y eso es justo lo que están haciendo los pilotos de Qantas que hoy conducen autobuses, sin embargo, más temprano que tarde, la aviación crecerá, generará empleos y todos volveremos a volar.

 

Fuentes: CAE y otras.
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