Solar Impulse 2 retoma su agenda

El SI2 en vuelo gracias a sus baterías
Solar Impulse de noche

Finalmente será Bertrand Piccard quien prosiga con la próxima etapa de la hazaña del Solar Impulse 2, que el año pasado tuvo que suspender su vuelta al mundo con la sola energía del sol.

Más allá de las postergaciones, es justo recordar que el año pasado André Borschberg rompió el récord de vuelo de un avión impulsado con energía solar, al acumular cinco días ininterrumpidos en el aire.

Ahora, el avión suizo y el impresionante equipo que lo apoya, esperan condiciones meteorológicas para volar de Hawái a los Estados Unidos, cruzando el Océano Pacífico. Esta navegación requerirá de unos cuatro días y cuatro horas, según informó Alexandra Gindroz, vocera del proyecto Solar Impulse.

Las exigencias técnicas y humanas son realmente muy serias. El piloto podrá dormir de a pequeños tramos de veinte minutos, unas doce veces en el día, siempre y cuando no esté sobrevolando zonas pobladas.

Desde una aproximación más técnica, los equipos de trabajo estarán realizando cálculos y estimando la evolución meteorológica para que durante la noche, el momento más crítico por la falta de sol, las baterías provean la energía necesaria a los motores eléctricos de la aeronave con apariencia de libélula. Las estimaciones de nubosidad o mal tiempo son críticas en función del remanente de la carga que tengan las baterías y la capacidad de recarga que posibiliten las células que están distribuidas en las alas del enorme avión.

El Solar Impulse 2 tuvo que interrumpir su vuelo alrededor del mundo el pasado julio, cuando había recorrido unos 18.000 km, la mitad del trayecto planificado. En ese entonces, la aeronave interrumpió un vuelo por problemas con sus baterías. Había partido de Nagoya, Japón, rumbo a la costa oeste de los Estados Unidos, pero se decidió aterrizar en Hawái, lo cual impidió retomar el desafío por cuestiones climatológicas y no aseguraban una meteorología adecuada.

Las opciones para el aterrizaje del otro lado del Atlántico, podrían ser Riverside, cerca de Los Angeles, Mountain View, próximo a San Francisco (ambos en California) y Phoenix (Arizona). Cualquiera resulte el lugar elegido como destino en el Continente Americano, el objetivo es proseguir a Nueva York, para aterrizar en el aeropuerto JFK de esa ciudad y continuar luego con el cruce del Atlántico y el regreso al punto de partida en Medio Oriente.

 

Datos relevantes

El Solar Impulse 2, cuenta con 17.000 células solares que están distribuidas a lo largo de los 72 metros que comprenden la envergadura de las alas (la dimensión de un Boeing 747). Los cuatro motores eléctricos Solvay –que son alimentados por baterías de iones-litio que se cargan con energía solar– le permiten desarrollar una velocidad que puede llegar a los 100 km/h. Vuela tanto de día como de noche, pero la capacidad de sus baterías limitan el tiempo en el aire cuando la luz del sol no llega a cargarlas, de ahí que el estudio de las condiciones meteorológicas sea determinante para volar largos trayectos, como por ejemplo, el reciente cruce sobre el mar.

 

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