PERLAN: Nuevos logros en la Misión II

 

Toma de la cámara de cola del Perlan II. Foto: Airbus
Toma de la cámara de cola del Perlan II. Foto: Airbus

El Perlan es un planeador diseñado para volar corrientes de viento a niveles de casi 30.000 metros –plena estratosfera– como parte de un programa de investigación del vuelo a esa altitud, evaluación del cambio climático y hasta la experimentación de comportamientos que servirían para considerar aspectos útiles para viajes a Marte. El Proyecto Perlan tiene un patrocinante relevante, el fabricante Airbus que está interesado en los datos que se recogerán para usarlos en sus propios desarrollos en materia de industria aeroespacial.

Alcanzar nuevas alturas

El planeador Perlan II parece un sofisticado planeador, sin embargo, tecnológicamente es esencialmente una nave espacial con una envergadura de 25,6 m, diseñada para volar en condiciones similares a las que se registran en superficie de Marte.

El equipo del Proyecto Perlan ha trabajado duro a lo largo de los años antes de intentar elevarse a la frontera de la estratósfera. Los ensayos comenzaron el 23 de septiembre de 2015 en el aeropuerto de Redmond, Oregon, Estados Unidos, momento en que el planeador completó con éxito su primer vuelo de prueba.

En esta temporada, más precisamente el pasado mes de julio, la Misión II del Airbus Perlan, lanzó su segunda misión de pruebas de vuelo en El Calafate, Argentina, el “lugar en el mundo” del planeador espacial. Así es, ya que este equipo considera que esa zona de la Patagonia es la más propicia para lograr los objetivos científicos del programa, dado que allí el vórtice polar combinado con los particulares vientos de montaña, crean las más altas “ondas estratosféricas de montaña” del planeta que posibilitarían al avión experimental llegar al límite del espacio.

A 90.000 pies (27.400 m), el Perlan II volará en una densidad de aire del 3{85a4615a806cefb2dddfb0dcbfd9bf5df1b58e8529622455c8f10f6f6ff0f7ce} respecto del nivel del mar y a temperaturas de -57 °C., en esa condición los instrumentos abordo recogerán valiosísimos datos que permitirán a los científicos actualizar y mejorar los modelos climáticos existentes. Además, el sofisticado Perlan “espacial” investigará la interacción entre la tropósfera, la capa más baja de la atmósfera terrestre y la capa superior de ella, la estratósfera, además de recolectar información sobre el agotamiento de la capa de ozono, que filtra los dañinos rayos UV. El Airbus Perlan Mission II también adquirirá experiencia en vuelos de gran altitud, un área de interés para Airbus de cara a futuras aplicaciones aeroespaciales.

Algún lector podrá pensar que con las misiones espaciales y los satélites que circunvalan el planeta se cuenta con toda la información necesaria sobre la capa a la que llegaría el Perlan, pero lo cierto es que se sabe muy poco acerca de la estratósfera porque ninguna aeronave ha permanecido en esos niveles de vuelo por el tiempo suficiente como para realizar mediciones y recabar información precisa.

Además, el planeador Perlan II no tiene motor, por lo que al recoger muestras de aire de muy diversas altitudes no contamina. A ese atributo, se le suma que, a diferencia de un globo, el planeador se puede dirigir y mantener sobre un área, así como despegar y aterrizar en el mismo lugar.

Al momento de escribirse esta nota, 3 de septiembre, el Perlan II había alcanzado los 16.277 m sobre el cielo de El Calafate, Santa Cruz. Al mando estaban los pilotos Jim Payne y Morgan Sandercock, quienes batieron el récord que ostentaba el fallecido piloto millonario y aventurero Steve Fosset, quien casi en la misma fecha, un 30 de agosto, pero de 2006, a bordo de un planeador más sencillo, un DG-505m, ascendió hasta los 15.460 metros.

Ahora el equipo Perlan II va por más, pues queda un trecho importante de 10.700 metros por escalar gracias al impulso de vientos y ondas de montaña.

Incentivar a las nuevas generaciones

Un aspecto interesante de la Misión II de Airbus Perlan es inspirar a los jóvenes a entrar en temas STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Según Stéphane Fymat, miembro del consejo de Perlan Project, “el apogeo del programa espacial estadounidense fue muy inspirador, pero cuando se ralentizó, muchas personas se quedaron con ganas de conocer más. Ahora, con estos programas, son los jóvenes que se están involucrando en innovadoras iniciativas aeroespaciales”. Fymat, se refiere principalmente a la participación de escuelas y centros universitarios que han diseñado experimentos o buscan mediciones especiales para ponerse a trabajar en el desarrollo de nuevas ideas innovadoras.

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